Forman en materia de violencia de género a los profesionales que atienden a drogodependientes

El delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Daniel Pérez, ha puesto en valor la actuación desarrollada por la Asociación Mujer Emancipada, en colaboración con la Junta de Andalucía, en la que se forma en materia de violencia de género a profesionales que atienden a personas en situación de drogodependencia.

El delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Daniel Pérez, ha puesto en valor la actuación desarrollada por la Asociación Mujer Emancipada, en colaboración con la Junta de Andalucía, en la que se forma en materia de violencia de género a profesionales que atienden a personas en situación de drogodependencia.

La entidad se ha dirigido a los profesionales del Centro Provincial de Drogodependencias en Málaga, quienes han participado en un taller para la detección y prevención de malos tratos en personas afectadas por las adicciones.

Con esta actividad, que se enmarca en los programas subvencionados por la Junta de Andalucía a Mujer Emancipada, "pretendemos llegar a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad, teniendo en cuenta que en ocasiones la violencia de género puede ir aparejada al consumo de drogas y es en estos casos cuando la gravedad de las agresiones puede ser mayor", ha asegurado Pérez.

Así, ha considerado "fundamental contar con la intervención de los profesionales para prevenir y detectar los casos de malos tratos en los que las víctimas por temor pueden estar ocultando los episodios de violencia que están viviendo".

La Asociación Mujer Emancipada, fundada en 1995, lleva a cabo diversos programas que conllevan una actuación personalizada mediante entrevistas individuales.

Entre los programas desarrollados destacan los talleres para el tratamiento, sensibilización, e incorporación social en mujeres con problemas de adicciones; y las acciones de intervención comunitaria y de género con mujeres para su conciliación personal, familiar y laboral residentes en la barriada malagueña Palma-Palmilla, que es considerada zona con necesidades de transformación social.

Asimismo, desarrolla la atención social y psicológica a mujeres en situación de prostitución o explotación sexual, abordando sus necesidades sociales, sanitarias o educativas, entre otras; y las intervenciones y actuaciones de mediación con mujeres inmigrantes en situación de exclusión social para su inserción sociolaboral.

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