Miembros de dos clanes rivales se han acusado este lunes mutuamente en un juicio de haber iniciado el tiroteo que se saldó en 2013 con dos heridos de bala de carácter grave en la colonia Santa Isabel, en el término del municipio alicantino de San Vicente del Raspeig. Dos de los siete acusados, ambos del mismo bando, ha admitido haber realizado "disparos de cobertura y al aire" contra sus enemigos.

La primera sesión de la vista oral, que se celebra en la Audiencia Provincial de Alicante, ha arrancado entre fuertes medidas de seguridad para evitar incidentes. La Policía Nacional ha desplegado en torno al edificio judicial, ubicado frente al Ayuntamiento, en pleno centro de la ciudad, al menos dos decenas de agentes para evitar enfrentamientos entre ambos bandos.

Desde primera hora de la mañana, los policías han controlado los accesos a la Audiencia y han separado a los familiares de los dos clanes, lo que ha impedido que se registrasen incidentes. El tribunal que juzga los hechos ya había alertado días atrás de la posibilidad de que se produjesen disturbios y otras alteraciones del orden público.

El tiroteo se desencadenó pasadas las 22.00 horas del 7 de julio de 2013, cuando dos clanes familiares de etnia gitana, los 'Gallego' o 'García' y los 'Wenceslaos' se enfrentaron a tiros a causa de una deuda de 500 euros entre dos de sus miembros. Dos miembros del primer grupo, padre e hijo, resultaron heridos de bala y tuvieron que ser hospitalizados.

La Fiscalía solicita provisionalmente para los siete acusados penas que suman 149 años y 6 meses de prisión por varios delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.

Versiones de la disputa

En esta primera sesión del juicio, los integrantes de ambos bandos se han acusado mutuamente de iniciar los disparos y han ofrecido versiones contrapuestas sobre cómo se inició la disputa. Casi todos ellos han incurrido en contradicciones respecto a lo que habían manifestado en su día ante la Policía o en el juzgado que instruyó la causa, al tiempo que han respondido con evasivas o incoherencias a las preguntas del fiscal y los abogados.

Así, un padre y sus dos hijos del clan de los 'Gallego' han mantenido que acudieron a la vivienda de los 'Wenceslao' para "arreglar el problema" que tenían con ellos porque les andaban buscando para ajustar cuentas, únicamente para "hablar", a cuerpo descubierto y sin arma alguna, pero nada más llegar fueron recibidos a tiros por ellos.

"Tuvimos una discusión y la 'Wenceslá' gritó 'matad al hijo'. Entonces salieron disparos de todos lados. A mi hijo le dieron en una pierna y cuando fui a cogerlo, me dieron a mí en la espalda y me dejaron allí muerto", ha relatado el padre de los 'Gallego', al tiempo que negaba que miembro alguno de su grupo efectuara disparos.

Por el contrario, los acusados del clan de los 'Wenceslao' han contado que fueron los otros quienes acudieron a la calle donde residen, insultaron a la 'Wenceslá', abofetearon a otro pariente y abrieron fuego contra ellos sin mediar palabra.

Dos de los procesados de este bando sí han admitido haber efectuado "tiros al aire y de cobertura" que pudieron herir a los contrarios, aunque han insistido en que lo hicieron para repeler una agresión previa y proteger a sus propios familiares.

"Mi primo y yo bajamos de la furgoneta y empezaron los disparos a diestro y siniestro. Parecía una película del Oeste. Yo subí a casa y cogí un arma que tenía. Está mal y me arrepiento de ello y del daño que haya podido causarles a los otros. Yo hice dos disparos, uno de cobertura y otro al aire para asustarles y para defender a mi familia. Ellos tiraban a la cabeza y a matar a los chiquillos", ha precisado uno de los integrantes de los 'Wenceslao'.