"El otro día mantenía una acalorada discusión con un amigo sobre la duda si en el interior de un paquete de sopa de letras tenían cabida todas y cada una de las vocales y consonantes que conforman nuestro abecedario. Él mantenía que no era así, y yo dije que era imposible, que sí estaban todas".

"Desde el viernes que les envíe el correo aún no me han contestado", comenta Abel. "O se lo tomarán a broma o, como le ha pasado a otras personas que han escrito quejas a Gallo, me contestarán. Tal vez me regalen diez kilos de pasta", añade Abel.

Un blog para la campaña

Más allá de remitir la reclamación a Pastas Gallo, Abel decidió enviar su protesta a medios de comunicación y montar un blog para su campaña: Me faltan letras .

La competencia tampoco se va a librar de la investigación: "El siguiente paso es comprobar si falta alguna letra en otras marcas que no sean Gallo", asegura Abel, quien comenta que tiene a un par de amigos revisando paquetes de sopas Gallo en busca de la 'U' y 'W'.

Abel niega de plano que todo esto se trate de una campaña de Marketing Viral, tal y cómo sucedió recientemente con la campaña "todos con la Pantoja".

Problema de moldes

"En el proceso de corte del molde, estas dos letras, al no tener un punto de apoyo superior se rompen, por eso desechamos fabricarlas", comenta la citada fuente que asegura que la carta les llegó este martes y que en breve recibirá una contestación.

"¿Cuántas letras tiene el ABECEDARIO?" Es la pregunta impresa en un paquete de pastas Gallo. La respuesta: dos menos si nos dejamos guiar por las letras que contiene.