Dos de las águilas halladas muertas en Doñana fallecieron por infección que ecologistas atribuyen a la falta de conejos

Dos de los tres ejemplares de águila imperial cuyos cuerpos aparecieron en un radio de un kilómetro en el Parque Nacional de Doñana, en la finca conocida como Mancha del Vinagre, en Almonte (Huelva), han fallecido como consecuencia de una enfermedad parasitaria denominada histomoniasis, común en aves de corral pero de impacto muy incidental en otros animales.

Dos de los tres ejemplares de águila imperial cuyos cuerpos aparecieron en un radio de un kilómetro en el Parque Nacional de Doñana, en la finca conocida como Mancha del Vinagre, en Almonte (Huelva), han fallecido como consecuencia de una enfermedad parasitaria denominada histomoniasis, común en aves de corral pero de impacto muy incidental en otros animales.

De esta forma, Ecologistas en Acción, según ha explicado a Europa Press su portavoz en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, considera que esta circunstancia posiblemente se ha dado ante la escasez de conejo —afectado por una cepa de la enfermedad hemorrágica vírica (EHV)—, principal alimento de los depredadores de la zona, que obliga a las águilas a alimentarse de otras presas, como aves acuáticas.

La histomoniasis, enfermedad con distribución mundial que se transmite a través de gusanos intestinales y afecta principalmente al hígado del animal, se convierte en "un factor nuevo de distribución en Doñana", según Romero, que se lamenta de que el plan de alimentación suplementario de águilas y linces "no esté funcionando correctamente".

Los informes de la necropsia, consultados por Europa Press, aluden en ambos casos a "severas" lesiones en hígado y bazo como consecuencia de una infección protozoaria aguda que "causó hepatoesplenitis necrotizante masiva", sin que, no obstante, se hayan detectado otro tipo de microorganismos patógenos ni de sustancias venenosas ni en el organismo ni en recipientes encontrados en la zona.

Así, estos dos ejemplares, un macho y una hembra sin anillar, habrían muerto por la misma infección, "sin evidencias de ingesta reciente" y con una buena condición corporal, con lo que la muerte habría sobrevenido de manera "aguda".

Sin rastro de veneno

En cuanto al tercer animal, hembra anillada, la causa más probable de la muerte es el traumatismo por lucha, probablemente con la hembra sin anillar, dadas las lesiones observadas en las dos aves. Según Ecologistas en Acción, "la habían vuelto a soltar y había querido volver a ocupar el nido".

Romero ha querido agradecer a la administración el hecho de que, por primera vez, se haya enviado a los ecologistas el resultado de la necropsia, considerando al respecto que "si quieren participación debemos tener toda la transparencia posible". También se han congratulado de que se descarte la existencia de venenos.

Sin embargo, el portavoz de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana insta a "ponerse las pilas" con "un plan urgentísimo que es la base de todos los depredadores, ya que sin conejos no tienen futuro", aludiendo al temor de que esta enfermedad pueda hacerse "endémica", como la tuberculosis que portan los ungulados —jabatos, ciervos y gamos— o la leucemia felina.

La población del águila imperial, el ave más amenazada de toda Europa y la cuarta en el mundo, tiene sus poblaciones prácticamente recuperadas, si bien "es triste y lamentable la situación en Doñana, donde fuera del espacio protegido no acaba de consolidarse", añade Romero.

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