«¡Esto va a ser un gueto!», exclama la presidenta de la asociación de vecinos La Concha, Isabel Gómez. Las reformas viarias que va a ejecutar el Ministerio de Fomento en la A-7 van a dejar con una única salida al polígono comercial Azucarera y a quienes viven allí, frente a las tres conexiones con las que cuentan actualmente.

La asociación de vecinos afirma que en las viviendas de La Concha viven unas 1.100 personas. El proyecto de Fomento afectaría a los desplazamientos de éstas y de los empleados, clientes y proveedores del polígono: unas 3.000 personas al día «tirando por lo bajo», recalca Gómez.

Tanto la asociación del polígono Azucarera como el colectivo vecinal han mantenido varias reuniones con los representantes provinciales de Fomento sin que se haya accedido a sus demandas.

Dos salidas menos

Actualmente, la zona de la Azucarera cuenta con tres puntos que sirven de entrada y salida de vehículos: la avenida de Velázquez, la autovía y un paso bajo la A-7 que lleva hasta el Martín Carpena. Los planes del Ministerio conllevan la desaparición de la conexión con Velázquez y Martín Carpena, así como la salida a la autovía. Azucarera sólo contará con una entrada desde la A-7 y un acceso y salida en una nueva glorieta que centralizará el tráfico. El administrador del polígono, José Manuel Filpo, asegura que la centralización del tráfico en esa rotonda generará más atascos, incluso en el recinto industrial.

«¿Y si hay una emergencia?»

Filpo augura grandes colapsos de tráfico en el polígono. «Con los cambios de Fomento, los camiones de gran tonelaje y las grúas tendrán que atravesar el polígono para llegar a sus naves. Apenas cabrán por las calles», explica. Gómez añade ingredientes: «¿Y si se produce una emergencia y tienen que venir los Bomberos o una ambulancia a nuestras casas? Estamos al final del polígono.  ¿Cómo sortearán una grúa cruzada en las calles? Si no cambian el proyecto, es porque nadie de Fomento vive aquí».