El lunes supimos que, según datos del INE, el año 2014 acabó con una subida del 1,8% en los precios de la vivienda libre respecto a 2013, el primer repunte de los precios tras seis años de caídas anuales consecutivas. El inmobiliario da señales de vida y esto va a animar la entrada de más dinero e inversión a un sector que en estos años oscuros ha visto la llegada de muchos ‘fondos buitres’, animados por unos precios en caída.

Uno de esas empresas que pronto se posicionó en el mercado español fue el fondo de inversión estadounidense Blackstone. Entre 2013 y 2014 ha invertido en España 3.800 millones de euros. Pero detrás de esa inversión se esconden también las historias de muchas familias que han perdido su vivienda víctimas de un desahucio.

Con ese dinero, entre otras cosas, este ‘fondo buitre’ se ha hecho con más de 41.000 viviendas, sobre todo en Madrid y Barcelona; desde 1.860 pisos en alquiler que eran de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) –por las que pagaron 218 millones de euros– a otras 38.000 viviendas compradas a Catalunya Caixa.

Y Blackstone, que llegó a tiempo para hacer negocio, advierte ahora de los riesgos de que otros muchos inversores quieran comprar alocadamente en España. El senior advisor de este ‘fondo buitre’, Claudio Boada, señala que, a día de hoy, no existe 'burbuja' inmobiliaria en España, pero ha advertido de que "hay que ir con cuidado" en el mercado y "no confundir churras con merinas".

En un coloquio desarrollado en el marco de las jornadas 'El dinero en 2033', organizadas por PwC, Boada dijo: "No estamos en una burbuja, pero las rentabilidades esperadas serán muy inferiores. Hemos rechazado ya varias operaciones. Hay que ir con cuidado en el mercado inmobiliario y no mezclar churras con merinas".

El responsable de Blackstone dice no temer que la entrada masiva de fondos americanos y asiáticos en España genere una 'burbuja', pero sí recomienda ser cautos al respecto. Además, advierte que, a futuro, las rentabilidades de estos fondos serán "más reducidas" que en la actualidad.

En los últimos meses este ‘fondo buitre’ ha cerrado una operación con Sareb –el banco malo– por la que se hecho con una cartera de 39 préstamos con un valor nominal de 237 millones de euros. Además, está a la espera de cerrar a finales de este mes la compra de una cartera a Catalunya Caixa, entidad integrada ahora en BBVA.