Barreda, quien sustituyó en abril de 2004 a José Bono en la Presidencia regional después de que éste fuera llamado por José Luis Rodríguez Zapatero a formar parte del Gobierno como ministro de Defensa, logró mantener para el PSOE un feudo histórico en el que los socialistas siempre han gobernado con mayorías absolutas.

Por provincias

El PSOE, que ganó en los comicios autonómicos de 2003 en todas las circunscripciones electorales de la región, pierde en esta ocasión en la provincia de Guadalajara, donde el PP obtiene, con una diferencia inferior a un punto, cuatro diputados frente a tres del PSOE.

En Cuenca el PP consiguió esta vez empatar con el PSOE en número de diputados, cuatro cada uno, pese a que los socialista lograron más del seis por ciento de los votos de diferencia.

También en Toledo el PP arrebató, con respecto a los resultados de 2003, un diputado al PSOE, y alcanzó los cinco diputados, frente a seis socialistas.

En Ciudad Real el PSOE mantuvo sus siete diputados frente a cuatro del PP, al igual que en Albacete, con seis frente a cuatro.

Barreda, en su intervención en el Archivo de Castilla-La Mancha, donde se instaló el centro de seguimiento de datos de la jornada electoral, calificó el resultado de "mayoría absoluta clara y rotunda".

Objetivo "cumplido"

Señaló que el objetivo del PSOE está logrado "con creces" pese al retroceso de escaños en las Cortes, cuatro años después de las elecciones en que Bono obtuviera sus mejores resultados, calificados entonces de récord de la democracia.

Barreda retomó su eslogan electoral para decir que "piensa en Castilla-La Mancha" y señaló que el lunes volverá a los pueblos de la región afectados por inundaciones para "seguir pisando barro" y seguir estando próximo a los ciudadanos.

Todos ganan

Por su parte, la líder regional del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró que el PP ha obtenido "un magnífico resultado" al reducir en seis escaños y trece puntos la diferencia con el PSOE y resaltó que seguirá al frente del partido para que se produzca el cambio dentro de cuatro años.

Cospedal compareció pasada la medianoche en el Hotel Doménico de Toledo, donde el PP instaló su "cuartel general" para la noche electoral, y felicitó al PSOE por su victoria en los comicios.

Insistió en que seguirá "abanderando" el proyecto del PP para enriquecer Castilla-La Mancha y que seguirá "luchando y defendiendo los intereses" de la región.

En su opinión fue "radical" el recorte de la distancia entre su partido y el PSOE (de once a cinco escaños de diferencia y 13 puntos porcentuales) y recordó que el PP se ha quedado a 2.000 votos de conseguir un diputado más por Albacete y por Ciudad Real.

IU, satisfecha

El líder de IU, Cayo Lara, en declaraciones a EFE, se mostró satisfecho por el aumento de votos a esta formación y consideró que, aunque continuarán como fuerza extraparlamentaria, "cada vez más ciudadanos están concienciados" de la "injusticia" de la Ley Electoral de Castilla-La Mancha, que, calculó, si fuera como las de otras comunidades, daría dos escaños a IU.

En cuanto a las elecciones municipales en la región, el PSOE mantuvo la hegemonía municipal en Castilla-La Mancha con más del 47 por ciento de los votos, aunque el PP le arrebató tres importantes ayuntamientos, los de Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara.

Pese a perder tres de las siete alcaldías de las siete ciudades que superan en Castilla-La Mancha los 50.000 habitantes, los socialistas reeditaron mayorías absolutas en Puertollano y Talavera, volvieron a ganar en Albacete -donde IU será clave- y lograrán acceder a la alcaldía de Toledo, doce años después, si pactan con IU.

El PSOE podrá gobernar con mayoría absoluta en 507 de los 919 municipios de Castilla-La Mancha, y en otros 38 ha sido la lista más votada