La sombra del expolio se cierne en torno a Odyssey y su tesoro

La compañía cazatesoros no ha dicho de qué país es el barco. El Gobierno español está investigando las claves de lo ocurrido.
El misterio aún planea sobre el hallazgo del mayor tesoro submarino encontrado en el mundo. Una trama que bien podría confundirse con el guión de una película de intriga o de piratas.El pasado 18 de mayo la compañía cazatesoros estadounidense Odyssey, desde Florida (EE UU) y con el dinero a buen recaudo, anunció haber encontrado en algún punto del Atlántico 17 toneladas en monedas de oro y plata valoradas en 370 millones de euros.
El primer ingrediente de película de misterio llegó con la respuesta que dio Odyssey al Ministerio de Cultura español cuando le preguntó sobre el lugar exacto del hallazgo y por el nombre del pecio. Aseguraron que no estaba en aguas españolas, sino en una zona que han bautizado como el Cisne Negro (The Black  Swan).

«Nuestras investigaciones sugieren que un gran número de naves del periodo colonial se perdieron en esta zona, así que tenemos que ser muy cautelosos antes de especular con la identidad del pecio», ha señalado John Morris, cofundador de Odyssey.

El segundo punto oscuro lo constituye el hecho de que Odyssey busca desde mediados de los noventa el HMS Sussex, un buque inglés cargado con diez toneladas de oro que se hundió en 1694 frente a Gibraltar. La compañía también ha negado haber encontrado este galeón.

Para echar más leña al fuego, el copresidente de Odyssey afirmó el pasado viernes en una entrevista en el diario El Mundo que, aunque el tesoro sea español, a ellos les corresponde un 90% por haberlo extraído. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, le contradice: «Si es un buque del Estado español, el contenido es de España: punto y final».

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado que el Gobierno «ejercerá los derechos de Estado, tal y como corresponde», y aseguró que están investigando el asunto.

El 50%, para el país dueño

La ley española establece que  la mitad de un tesoro es para el Estado al que pertenece el barco. La otra sería para quien lo encuentra. En aguas españolas, el rescate sólo se puede hacer con permiso del Gobierno. La ley de EE UU es diferente: quien encuentra el barco se lo queda. Pero en febrero de 2001, el Supremo de EE UU reconoció a España la soberanía sobre dos buques hundidos en sus costas, El Juno y La Galga. Desde entonces, estos barcos españoles son la excepción a la norma estadounidense.

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