UPN-PP pierde la mayoría absoluta y Nafarroa Bai se convierte en la segunda fuerza

  • UPN conseguiría 22 escaños, uno menos que la mayoría absoluta.
  • Nafarroa Bai (coalición formada por Aralar, EA, PNV y Batzarre) ganaría 4 escaños y se convierte en la segunda fuerza de Navarra con 12 escaños.
  • El PSN sube un diputado autonómico (empata a 12 con los nacionalistas).
  • El gobierno navarro podría cambiar de manos en beneficio de una coalición.

UPN-PP podría perder el gobierno de la Comunidad Foral al ceder un escaño, tras alcanzar el 41,8% de los votos.

La novedad de las elecciones ha sido protagonizada por el avance de la coalición nacionalista Nafarroa Bai, que pasa de ocho a 12 escaños, convirtiéndose en la segunda fuerza más votada (23,8%).

El Partido Socialista de Navarra (PSN) suma un diputado (12) con el 22,9% de los votos.

IUN-NEB cede dos escaños, quedándose en dos, al igual que CDN.

De confirmarse estos datos, la clave estará en los pactos de gobierno futuro, que abren la posibilidad de una gran coalición nacionalista-socialista al estilo de Cataluña.

Parece impensable un gobierno UPN-PSN.

¿Quién es Nafarroa Bai?

La coalición nacionalista se creó en los meses anteriores a las elecciones generales de 2003. Aralar, EA, PNV y Batzarre se propusieron romper la hegemonía de los dos partidos tradicionales, UPN y PSN.

Nafarroa Bai se presentó como una formación que buscaba la consecución de la paz, la revisión del estatuto de Navarra y "la garantía del derecho a decidir unas nuevas relaciones con la CAV y el resto de Euskal Herria, así como también con el Estado".

Entonces, Nafarroa Bai mantuvo contactos con la ilegalizada Batasuna, pero acabaron enfrentados.

En las elecciones generales obtuvieron un diputado y confirmó el éxito de esta fórmula política que se ha visto refrendado en estas elecciones, presentado al Gobierno de Navarra al abogado Patxi Zabaleta, un ex parlamentario de Batasuna que, al discrepar con el partido en relación con el terrorismo, abandó esta formación y creó Aralar.

La dura campaña del PP contra los nacionalistas y el PSOE, en la que han llegado a relacionar el nacinalismo con ETA, podría haber actuado de revulsivo contra su partido.

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