Adriana Calcanhotto es una de esas artistas eclécticas y completas que son capaces de combinar con elegancia y eficacia displinas muy distintas. Ella iba para cantante. La bossa nova, el tango, el jazz o el rock forman parte de su educación y su inquietud le dijo que podría elegir cualquier estilo. Pero se quedó en casa y se enamoró de clásicos como Vinícius de Moraes.

Pese a que lleva más de 15 años publicando discos con éxito, continúa siendo la promesa de la música brasileira, la aspirante a diva. Por dos razones, porque su incurable curiosidad le lleva a explorar territorios difíciles y multidisciplinarios y porque las divas siguen siendo Maria Creuza y, sobre todo, Maria Bethânia.

Toda una inspiración esta última para Adriana Calcanhotto, que ha colaborado con la veterana cantante en diversas ocasiones. Y si ése es su contrapunto más clásico, el más innovador tiene que ver con las artes visuales.

Sus conciertos son performances en los que música e imagen logran una simbiosis delicada y sugerente. Así lo mostró el pasado año en la Fundación Luis Seoane de A Coruña.

* Auditorio de Galicia. Avenida do Burgo das Nacións, s/n. Mañana, a las 21.00 horas.

Las entradas cuestan 15 euros.