Una comisión judicial, acompañada por varios agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), ha procedido este lunes a ejecutar el desahucio de una mujer y sus dos hijos, de 4 y 8 años, en el barrio madrileño de Lucero.

Según Stop Desahucios, Charo decidió ocupar con sus dos hijos menores una vivienda vacía de Bankia en el número 5 de la calle Solana de Luche, en Alto de Extremadura.

La mujer se trasladó a esta casa,  después de que fuera desalojada hace cinco años de la vivienda en la que había habitado con su marido desde que nacieran sus pequeños, ubicada en el poblado chabolista de Puerta del Hierro. Desde entonces estuvo viviendo en casas de familiares, esperando siempre un piso de acogida que no llegaba, según Stop Desahucios.

La orden de desalojo vino por parte del Juzgado hipotecario a nombre de los antiguos propietarios, quienes se fueron de España hace meses por miedo a ser desahuciados al no poder pagar la hipoteca. Fue entonces cuando Charo y su familia pasaron a ocupar el piso, cuya hipoteca pertenece a Bankia.

El colectivo ha denunciado que Bankia se ha negado a paralizar el desahucio y seguir negociando un alquiler social, haciendo que otra familia se quede en la calle. Incluso, han asegurado que Charo y su familia fueron desalojados de una sucursal de Bankia utilizando métodos policiales y violentos, después de que la familia intentara ver a un responsable para intentar arrreglar su situación.

El desalojo se ha producido en medio de una protesta de miembros de diferentes plataformas antidesahucios. Los manifestantes, convocados por Stop Desahucios, han gritado "desahucian al obrero, rescatan al obrero". Stop Desahucios ha abogado por convertir las viviendas de Bankia en viviendas sociales: "Si hemos rescatado a Bankia, sus casas deben ponerse al servicio de la sociedad".

Bankia ha precisado que la desahuciada había ocupado una vivienda ilegalmente y que no contaba con ninguna hipoteca firmada con la entidad financiera.