El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, ha anunciado este jueves que la Junta de Castilla y León, en colaboración con el Cabildo de la Catedral de León, pondrá en marcha "de forma inmediata" un nuevo plan de mantenimiento "más intenso" para el templo con el objetivo de "evitar en la medida de lo posible" nuevos desprendimientos como el ocurrido el pasado 13 de enero.

Esta es una de las conclusiones tras la reunión mantenida este jueves entre Saiz y el Cabildo de la Catedral que ha tenido como objetivo analizar la caída de una pieza de la cornisa de la torre sur del monumento, que se precipitó al vacío sin causar daños personales la semana pasada.

Este nuevo plan, que no se ha presupuestado aún, pero que financiará el Gobierno regional, utilizará las últimas tecnologías que ofrecen posibilidades de mantenimiento y observación constante y permiten actuar de forma inmediata ante cualquier posible incidente.

Por otro lado, Saiz ha explicado que los informes técnicos han confirmado que la caída de la pieza de la torre sur de la Catedral leonesa se produjo "por un defecto natural de la propia composición porosa de la piedra de Boñar" que "hace que no solamente impregne el agua, sino que se produzcan microfisuras o vetas naturales".

Estas vetas naturales, ha agregado, producen a su vez más grietas en la piedra, como en el caso del fragmento desprendido la pasada semana que "quebró por una grieta natural de la propia piedra".

Causado por la meteorología

La causa inmediata de todo este proceso de degradación son las temperaturas extremas que soporta la Catedral de León, las heladas y la humedad. Mediante estos fenómenos meteorológicos el agua penetra en esas fisuras y al expandirse por el hielo provoca el agrietamiento en la piedra, que puede llegar a producir desprendimientos.

Después de la inspección realizada tras el desprendimiento de ese fragmento, también se ha observado la existencia de "numerosas descamaciones y placas" que pueden hacer posibles "nuevos desprendimientos superficiales de muchas partes de la fábrica de la torre sur".

Se trata de una cuestión que ya era conocida, ha recodado el responsable de Patrimonio de la Junta, que ha agregado que esto "no representa un peligro inmediato, ni desde el punto de vista estructural para la torre, ni desde el punto de vista de conservación ni peligro para los viandantes" porque se trata de piezas muy pequeñas.

Por estas razones, se va a proceder la próxima semana a la reparación de todas estas zonas, no solo de la torre sur, sino también de otras que pudieran ser susceptibles de nuevos desprendimientos por la existencia de vetas.

Este trabajo va a consistir en fijar y reforzar estas piezas y también en realizar una nueva inspección en las cuatro fachadas de la Catedral para detectar posibles nuevos defectos en la piedra y proceder a su reparación.