La última incomodidad que tenían que permitir los viajeros de avión era el no poder llevar líquidos en la bolsa de mano, ni siquiera desodorante; pero eso ya quedó atrás: en el aeropuerto holandés de Schiphol han comenzado a utilizar los escáneres completos de seguridad, que permiten ver si el pasajero esconde algo sospechoso bajo la ropa.

Detecta metal y explosivos bajo la ropa Con esta nueva medida se pretende detectar metales y explosivos gracias a ondas de radio que aseguran son inofensivas; el proceso dura unos tres segundos, durante los que se capta una imagen digital completa de cada viajero, que es examinada en otra dependencia y borrada después para asegurar la privacidad del usuario.

Esta nueva incomodidad espera evitar otra incomodidad mayor: la revisión, sea manual, sea con detectores de metal o similares; según el jefe de Operaciones de Schiphol, Ad Rutten, ese tipo de inspecciones nunca suponen "una historia feliz".