El índice de precios de consumo (IPC) cerró 2014 con un descenso interanual del 1% debido, principalmente, al abaratamiento de los carburantes y lubricantes, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El indicador suma ya un semestre en negativo, en el que ha agudizado su caída con el dato de diciembre que, aunque ha mejorado una décima respecto al adelantado hace dos semanas, marca la tasa más baja desde julio de 2009 (cuando los precios cayeron el 1%).

Los salarios afectados por este descenso serían solo los cubiertos por convenios indexados al IPC y sin cláusula antibajada. Pero, pese a que es la primera vez en la historia, desde que se empezó a medir en 1962, en que se registra una tasa interanual negativa en el cierre de año, en otras ocasiones se han dado descensos que normalmente no han producido ningún efecto negativo posteriormente en los salarios. Y así se entiende normalmente, según fuentes empresariales consultadas.

Además de los carburantes, también han influido en la aceleración del descenso la estabilidad de los precios de las legumbres y hortalizas frescas (frente a la subida de un año antes) y el abaratamiento del gasóleo para calefacción.

En concreto, los precios de la energía registraron un descenso del 5,5%, casi cuatro puntos peor que en noviembre, debido al abaratamiento de los carburantes y lubricantes, frente a la subida de un año antes. También afectó el comportamiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuyos precios bajaron el 0,3% (cinco décimas peor que en noviembre), por la estabilidad de legumbres y hortalizas frescas, frente a la subida de 2013.

Los precios de la vivienda registraron un descenso del 0,2%, dos décimas peor, por el abaratamiento del gasóleo para calefacción. Los sectores restantes se mantuvieron más o menos estables, aunque el ocio y la cultura moderaron su descenso hasta el 0,2%, debido al mayor encarecimiento de los viajes organizados.

En tasa mensual, durante diciembre los precios bajaron el 0,6%, por el abaratamiento de los carburantes y lubricantes, el vestido, el calzado (por las rebajas de invierno) y la vivienda (por el gasóleo para calefacción).

Por regiones, 2014 terminó con descensos de precios en todas las comunidades autónomas, registrando las mayores caídas Castilla-La Mancha (1,5%) y Murcia (1,5%), mientras que las menores bajadas de dieron en País Vasco y Cataluña (0,7% cada una), así como las ciudades autónomas de Ceuta (0,5%) y Melilla (0,6%).

El índice de precios de consumo armonizado -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro-, muestran un retroceso del 1,1% en 2014, seis décimas peor que la bajada del mes anterior.