El Arenal se estrena ya, pero aún quedan cosas en el tintero.

Tras el verano, en este entorno se levantará una zona de juegos infantiles. Pero en vez de palos, cuerdas y madera, los pequeños bilbaínos que se acerquen podrán montar en un barco o jugar entre elementos marinos.

Estos columpios se inspirarán en el pasado mercante del meandro de la ría en El Arenal. Además, en los próximos días se abrirá el túnel que pasa bajo el puente de El Arenal. Aún le quedan unos retoques a este paso.

También junto al muelle, los vecinos van a encontrar las aceras de las calles Sendeja y Viuda de Epalza ampliadas.

Claro que El Arenal es más que un compendio de mobiliario urbano. La capital recuperará ritos como el del último vals de la Semana Grande.

Aquella pieza clásica que la txosna Txomin Barullo brinda cada amanecer de la Aste Nagusia junto a la Plaza Erkoreka. Y los que aún se tienen en pie apuran su trago con El Danubio Azul.