La Audiencia de Barcelona ha condenado a medio año de cárcel y a pagar una multa de 300 euros a Maria Magdalena G.F. una chica de raza gitana que rapó el pelo a una amiga al sospechar que tenía una relación con su novio, aplicándole una ley gitana que contempla dicho castigo para las mujeres que se entrometen en matrimonios.

Magdalena ha sido condenada a la pena mínima por un delito contra la integridad moral, medio año de cárcel, frente a los cuatro años y tres meses que solicitaba la Fiscalía y la acusación particular.

La acusada ha sido absuelta de los delitos de detención ilegal y amenazas.

También tendrá que abonarle 300 euros a la agredida, Beatriz Maria D.A. por los desperfecto que le causó en su teléfono móvil al estrellarlo contra el suelo, cantidad que ya consigna la acusada al iniciarse el juicio.

La chica le rapó la cabeza a su amiga durante una fiesta de cumpleaños tras cogerle el móvil y ver que tenía el móvil de su novio, un hombre casado y con hijos.

Un euro simbólico

La sentencia se completa con un euro simbólico con el que deberá indemnizar a su amiga, que no es gitana, por los daños morales sufridos a consecuencia del castigo que le obligó a repararse la cabeza porque, según dijo en el juicio, "me dejó sin arreglo".

La víctima lleva ahora extensiones hasta la cintura.

La sentencia considera que Magdalena G.F. menoscabó "gravemente" la integridad moral de su amiga, ya que "con independencia de que se trate de una costumbre gitana, lo cierto es que el corte de pelo es un castigo y tiene una finalidad de humillación que se vio agravada porque el corte se realizó delante de una pluralidad de personas".