El tan escuchado concepto de ‘marca España’, muy en boga de un tiempo a esta parte, no es algo que pueda propiciarse solo desde instancias políticas, sino que depende esencialmente de la existencia de un caldo de cultivo creativo y empresarial, generado por talentos nacionales que crucen las fronteras y se conviertan en embajadores de la moda española allá donde recalen.

Nueva York es la meca más ansiada de las firmas españolas y muchos han intentado conquistarla: como Davidelfin, Miguel Adrover o Josep Font al frente de la renovada Delpozo, que ha protagonizado estas Navidades los preciados escaparates de Bergdorf Goodman. El vasco Roberto López Etxeberria ha sido el último en subirse al carrusel de la New York Fashion Week con su colección masculina, donde demuestra su talento visionario en el tratamiento de las pieles. Aunque quien ha desarrollado allí su carrera ha sido la zaragozana Laura Vela, cuyos bolsos han seducido a las principales publicaciones especializadas y con los que está presente en Estados Unidos, Canadá, Japón y España.

La solvencia de la vanguardia de la moda española queda patente cada vez que los estilistas de las estrellas más fashion de la música, como Lady Gaga o Miley Cyrus, cuentan con nombres españoles en su vestuario. Uno de los looks de Miley que más virulencia tuvo en la red estuvo firmado por el dúo Maria Ke Fisherman, mientras que Lady Gaga o Paris Hilton han lucido las creaciones del cordobés Juan José Blanco, artífice de las gafas de Citrique Heart.

Algunos diseñadores internacionales no pierden de vista lo que se hace en España. El gurú Nicola Formichetti invitó personalmente a las jóvenes de Torrubia & Torrubia a formar parte de su concept store en Nueva York. Así como desde 2008, cuando el vicepresidente de productos especiales de la firma Marc Jacobs visitó la tienda de Peseta en Madrid y quedó encantado con lo que allí vio; de ahí nació una colaboración que llevaría productos puntuales de Peseta a las tiendas del creador estadounidense. Sin olvidar que Jacobs fue el mecenas del concurso Designer for Tomorrow, dondese consagró el granadino Leandro Cano, que contó con la guía y el asesoramiento de Jacobs como parte del premio.

La ‘marca España’ se consolida cuando la firma de moda masculina Garcia Madrid abre tienda en Chile, o cuando Lander Urquijo inaugura sastrería en el parisino barrio de Saint-Germain-des-Prés; también cuando Marina Conde, artífice de La Condesa y sus famosas chaquetas de inspiración militar, se posiciona en Dubái o Ámsterdam. Solo así, pieza a pieza, es como se monta el puzle de la identidad de la moda española.