Asaja-Sevilla estudia la posibilidad de presentar una denuncia ante la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia (CNMC) ante la sospecha de que "la firmeza en el precio del urea se deba a prácticas especulativas y monopolísticas para no repercutir la rebaja en el coste de la materia prima a los agricultores".

En una nota, Asaja ha recordado que la urea, un abono nitrogenado de uso común en prácticamente todas las producciones agrarias, cuyo coste depende del precio del petróleo, "se mantiene elevado, e incluso en los meses de julio, agosto y septiembre sufrió nuevos incrementos de precio, y a nivel internacional, inició su bajada en el mes de septiembre, pero ésta ha sido tan leve, que el precio de la urea en noviembre, 311,25 dólares por tonelada, es aún mayor que el de julio, cuando el precio medio de la urea en el mercado internacional se situaba en 301,70 dólares por tonelada".

Ha explicado que en paralelo, en los últimos seis meses la cotización del barril petróleo ha caído en un 50 por ciento, pasando de los 110 dólares a 55, una caída que "debería haber tenido un reflejo prácticamente inmediato en todos los insumos que se obtienen de los derivados del petróleo, pero que en el caso de la urea aún no se ha producido", por lo que Asaja-Sevilla estudia la posibilidad de presentar una denuncia ante la CNMC "ante la sospecha de que la firmeza en el precio del urea se deba a prácticas especulativas y monopolísticas para no repercutir la rebaja en el coste de la materia prima a los agricultores".

Ha lamentado que "el desmesurado incremento de los costes de producción marcó el desarrollo de la pasada campaña, en la que los agricultores sufrieron un sobrecoste medio anual de más de 6.000 euros por hectárea, derivado fundamentalmente del incremento del coste de la energía eléctrica y del elevado precio del resto de insumos".

Considera que estos costes "se hubieran visto amortiguados en la presente campaña de siembra si el precio de la urea se hubiera reducido en la misma medida en la que ha bajado el petróleo".

Ha advertido de que el incremento de costes, unido al hundimiento de los precios en origen de las principales producciones agrarias, "ha vuelto a provocar pérdidas de renta en todo el sector, tal como refleja el dato de los tres primeros trimestres ofrecido por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que ha avanzado una merma de la renta agraria española del 7,1 por ciento".

Para la organización, la bajada en un 50 por ciento del coste del barril de crudo en el último semestre "ofrecía una mejora en las perspectivas de los agricultores para la presente campaña, que confiaban en encontrar un gasóleo más barato, un coste energético algo menor y sobre todo un precio de la urea sensiblemente más bajo, y pese a la lentitud con que se está produciendo la bajada, el precio del gasóleo agrícola se ha reducido y, en paralelo, el Ministerio de Industria anuncia una bajada de la próxima factura eléctrica, mientras que el precio de la urea del mes de noviembre continúa siendo más alto que el que tenía en julio, lo que resulta de todo punto incomprensible".

Asaja-Sevilla ha puesto en conocimiento de la Administración esta "grave situación", dado que "si los insumos, y especialmente la urea, no vuelven a unos costes razonables la mayoría de los agricultores no podrán abonar sus cultivos, puesto que el coste no se verá compensado por los ingresos obtenidos por la venta de sus productos".

Asimismo, Asaja-Sevilla insta a los agricultores y a las cooperativas "a, en la medida de lo posible, retrasar la compra de urea, pues la tendencia es que este insumo deba seguir bajando su precio, en justa correspondencia con el precio del crudo, que según los analistas se mantiene aún a la baja y no ha tocado suelo, por lo que aconsejamos a los agricultores y las cooperativas a que compren estrictamente la cantidad de urea que vayan necesitando en cada momento".