Las primeras elecciones sindicales se celebraron en 1977.

Treinta años después, en Madrid sólo tienen representación sindical una de cada dos empresas.

En concreto, según CC OO, de las compañías de la región que por ley podrían tener representación sindical (todas las de más de cinco empleados) hay 28.006 que la tienen (54%) y 23.847 que no (46%).

Las empresas con representación sindical emplean a 1.888.084 trabajadores.

Las que no lo tienen, a 864.544. Este dato demuestra que son las compañías pequeñas las menos protegidas.

Así, el 31% de los trabajadores de la Comunidad están desprotegidos sindicalmente.

En el resto de España, el porcentaje de empresas con comité es ligeramente superior (58%) frente a las que no lo tienen (42%), pero éstas emplean a casi siete millones de trabajadores (64% del total, más que en la comunidad).

Mejor en restauración

Por sectores de la economía madrileña, donde hay más representación sindical es en restauración, consultoras, oficinas y despachos.

Donde menos, en construcción, limpieza, transporte de mercancías o telemarketing.

CC OO denuncia que todavía en la región hay afiliados que tienen que esconder su afiliación sindical para evitar un despido. Según el sindicato, esto ocurre "en la enseñanza privada y en algunos grandes almacenes".

Sólo el año pasado se interpusieron en la región al menos 49 denuncias de trabajadores despedidos o represaliados por su condición de sindicalistas.

"No han parado hasta echarme"

Marino Pascual irá a juicio para demostrar que el Colegio Notarial lo despide por sindicalista.

Su carta de despido aduce "motivos disciplinarios", pero este administrativo, que lleva 18 años trabajando en el Colegio Notarial, lo llama "acoso sindical".

Algo que espera demostrar ante el juez. En la vista contará que la defensa de los derechos laborales de sus compañeros nunca fue tarea fácil.

"Mi jefa siempre me prohibía usar horas sindicales". Según Marino, la gota que colmó el vaso fue que aceptó ante la empresa subir el IPC a todos los trabajadores a costa de congelar el sueldo de su gerente: "Nunca me lo perdonó".

El gerente niega que el despido se deba a razones sindicales: "Se le echa por una falta grave" que no quiso comentar por estar sub iúdice.

Marino no tiene problema en explicar que la empresa le acusa de redondear facturas de taxis por valor de 90 euros en un año, facturas todas "aprobadas por mis superiores", dice. La decisión la tiene ahora el juez.