Medio millar de agricultores, según la organización agraria Asaja, han cortado hoy la autovía A-62 en Valladolid, durante una protesta contra el elevado precio de los fertilizantes.

El corte del tráfico, en ambos sentidos, se produjo durante unos veinte minutos a la altura del acceso al barrio de Parquesol, en el tramo de la Autovía de Castilla o A-62 (Burgos-Portugal) que sirve a la vez de circunvalación de la ciudad.

Los agricultores quemaron neumáticos en la calzada, vigilados por policías antidisturbios, y el corte ocasionó un importante atasco de tráfico, ya que esta autovía es una de las más transitadas de toda Castilla y León y es utilizada por numerosos camiones procedentes de Portugal o con destino a este país.

La protesta comenzó a mediodía en la Plaza Marcos Fernández de Parquesol, un barrio en el que tiene una sede Fertiberia, una de las compañías a las que Asaja acusa de "monopolizar" el mercado de fertilizantes agrícolas en España.

Los agricultores lanzaron huevos contra la sede y arrojaron sacos de fertilizantes químicos, a la vez que desplegaron una pancarta en la que culpaban de este monopolio al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Posteriormente, se dirigieron en manifestación a la autovía, donde cortaron el tráfico, antes de finalizar las protestas tras una intervención del presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo.

Según Asaja, Fertiberia ha aumentado esta campaña agrícola en cerca de un 33% los precios de los fertilizantes, lo que conlleva un incremento de costes superior a los 4.000 euros por explotación agraria.

Andalucía y Castilla y León son las comunidades con mayor consumo de fertilizantes químicos, con más de un millón de toneladas consumidas en 2006 en la Comunidad castellana y leonesa.

La organización agraria advirtió de que el aumento de precios supondrá un sobrecoste de unos 83 millones de euros para los agricultores de Castilla y León en las siembras del próximo otoño.

Asimismo, acusó al Gobierno de permitir "precios especulativos", por encima del valor real de los fertilizantes, y a la Unión Europea de impedir la libre competencia, al prohibir las importaciones.