Jarrete de ternera glaseado sobre compota de calabaza, castaña, setas con una lager extra, de Víctor González; polvo helado de queso manchego con arenque encurtido y caviar de albahaca y membrillo y cerveza de abadía, de Miguel López o el ravioli negro de boletus con crema de queso y regaliz con negra stout, de Alejandro Méndez, son las propuestas culinarias que se han presentado en una jornada de formación en la Escuela de Hostelería de Toledo.

Estas jornadas han sido promovidas por Cerveceros de España con la colaboración del Consejo Regulador de la Denominación de Queso Manchego, según han informado los propios organizadores de las jornadas en nota de prensa.

"Las tres armonías de los estudiantes de la Escuela de Hostelería de Toledo demuestran la gran versatilidad de la cerveza en la gastronomía. Desde el sabor refrescante de una lager especial como contrapunto al sabor intenso de la compota de calabaza y castañas hasta la armonía entre el dulce del regaliz y el sabor torrefacto de la negra stout", ha explicado Juan Muñoz, presidente de la Academia de Sumillería y portavoz de Cerveceros de España en esta jornada.

El sumiller Juan Muñoz ha destacado que "para ofrecer al consumidor de cerveza una experiencia perfecta en el bar o restaurante en el que trabajéis, es fundamental cuidar todos los detalles: la temperatura, la espuma, la presentación en la mesa, el recipiente adecuado a cada variedad".

Con esta jornada de formación y presentación de armonías entre la DO Queso Manchego y la cerveza, Cerveceros de España quiere mostrar su apoyo a la hostelería castellano-manchega, uno de los sectores con mayor capacidad de generar empleo. En 2013 Toledo formó parte de la tercera zona en la que más cerveza se comercializó.