La familia del conductor de autobús palestino Yusef al Ramouni, que ha aparecido ahorcado en su vehículo en una estación de Jerusalén este domingo por la noche, ha negado que se haya quitado la vida y ha denunciado que ha sido asesinado.

"Vi el cuerpo la pasada noche y vi moratones y marcas de haber sido golpeado", ha afirmado, en declaraciones a Reuters, Louy al Ramouni, hermano del fallecido. La Policía ha anunciado que se hará una autopsia al cadáver. La familia de Al Ramouni ha pedido que en el examen forense esté presente un experto palestino pero no está claro si las autoridades israelíes lo permitirán.

Yusef al Ramouni, de 32 años, ha sido encontrado por sus compañeros ahorcado en el interior de su autobús en una estación de Jerusalén próxima a unos asentamientos judíos y a barrios palestinos. Las imágenes de su cadáver difundidas por familiares y allegados muestran que el cuerpo tiene además moratones en el torso, lo que ha alentado las especulaciones sobre un posible asesinato.

La Policía israelí ha asegurado que hay pruebas que sugieren que Al Ramouni se ha quitado la vida, una hipótesis que rechazan sus familiares y amigos. "El conductor del autobús se ha suicidado, no hay otros indicios salvo los de un caso de suicidio", ha afirmado Micky Rosenfeld, portavoz de la Policía.

Tras su muerte, en Abú Dis, una localidad palestina de las afueras de Jerusalén, los comercios han decidido cerrar sus puertas en señal de protesta y jóvenes enmascarados han bloqueado carreteras con contenedores y han lanzado piedras contra soldados israelíes, que han respondido lanzando gases lacrimógenos.

En el último mes, cinco israelíes y un extranjero han muerto víctimas de ataques de palestinos. En respuesta, las fuerzas de seguridad israelíes han matado a una decena de palestinos, incluidos los supuestos autores de esos ataques.

Los residentes creen que la violencia en Jerusalén se remonta al pasado mes de julio, cuando un adolescente palestino fue quemado vivo por varios asaltantes judíos, en un ataque en represalia por la muerte de tres israelíes que habían sido secuestrados en Cisjordania.

La última guerra en Gaza y las disputas por el acceso de los judíos a lugares sagrados de Jerusalén han incrementado las tensiones entre ambas comunidades.