Esta semana expira el plazo de un mes comprometido por el Ayuntamiento de Camas (Sevilla), gobernado por Rafael Recio (PSOE), para hacerse cargo de los costes de alojamiento de las familias desalojadas del bloque número uno del residencial Jardín Atalaya que así lo solicitasen. La "mayoría" de las 21 familias acogidas a esta solución provisional, según ha explicado a Europa Press el alcalde, se están realojando ya por sus propios medios en viviendas de alquiler.

"Desde el Ayuntamiento, nos comprometimos a pagar el primer mes de alquiler a quienes nos lo solicitasen, que fueron unas 21 familias", ha dicho el alcalde recordando que estos días se cumple ya un mes desde el desalojo del edificio a cuenta de las deficiencias detectadas en uno de sus pilares, extremo derivado de la construcción del bloque sobre terrenos de arcillas expansivas.

Recio ha explicado que mientras "la mayoría" de las 21 familias que se acogieron al realojo provisional ofrecido por el Ayuntamiento están ya pasando a habitar viviendas de alquiler financiadas por ellas mismas o lo han hecho ya, la semana pasada celebró una reunión con la Delegación Territorial de la Consejería de Fomento y Vivienda, dirigida por Granada Santos (IU-CA), para esclarecer si los afectados pueden acogerse a alguna línea de subvenciones autonómicas para costear la rehabilitación del edificio o los costes de su realojo provisional hasta la propia recuperación del bloque de viviendas.

Fruto de ese encuentro, según el alcalde, habría quedado de relieve que en estos momentos no habría abierta ninguna línea de subvenciones autonómicas para la rehabilitación de viviendas, toda vez que después de que los servicios sociales comunitarios evaluasen la situación socioeconómica de estas familias, habría quedado de relieve que tampoco podrían acogerse a ayudas de esta naturaleza al no cumplir los "requisitos" globales estipulados en materia del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem). Y es que según el alcalde, para recurrir a estas líneas de ayuda sería necesario que el 75 por ciento del conjunto global de estas familias declarase una situación 2,5 veces "por debajo" de este indicador, extremo que en esta situación no se cumpliría.

Recordemos que en 2008, el bloque número dos del residencial Jardín Atalaya ya fue desalojado como consecuencia de las grietas y deficiencias que presentaba el edificio al haber sido levantado en una zona de arcillas expansivas, allá por los años 70. Ahora, en el marco de una reforma que uno de los vecinos del bloque número uno realizaba en su vivienda, ubicada en la planta baja del edificio, fueron detectadas anomalías que motivaron que la comunidad de propietarios contratase a un arquitecto para que supervisase el estado de la construcción.

Este arquitecto, a través de unas catas, habría descubierto que uno de los pilares del edificio está "bastante afectado" por los efectos de su construcción sobre arcillas expansivas, con lo que inmediatamente fueron avisadas las autoridades. A partir de ahí, los bomberos y los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Camas determinaron hace ya un mes el "desalojo preventivo" del edificio, en el que residen 38 familias.