La Audiencia de Tarragona ha condenado a 30 años de prisión a Ramon Laso por la muerte de su mujer, Julia Lamas, y su cuñado, Maurici Font, en Els Pallaresos el 27 de marzo de 2009 y simular que se fugaron juntos. Lo hizo porque, a su juicio, entorpecían la relación que mantenían con su cuñada. La sentencia, que se basa en el veredicto de culpabilidad emitido por un tribunal popular, incluye una indemnización de 700.000 euros para los familiares de las víctimas, cuyos cuerpos no han aparecido.

La pena es la misma que la solicitada por la Fiscalía por dos homicidios, mientras que la acusación particular solicitaba una condena de 43 años de cárcel. La magistrada presidenta, que ha aplicado las agravantes de parentesco y reincidencia —Laso fue condenado por la muerte de su primera esposa y de su hijo—, explica que si bien no han aparecido los cadáveres, el tribunal llegó a una conclusión "lógica" sin ninguna duda de que las víctimas sigan vivas como sostiene el procesado.

Laso materializó su plan para deshacerse de ambos el 27 de marzo del 2009, cuando quedó con Mauricio —quien no trabajaba desde hacía cinco años a causa de una fuerte depresión— para llevarle a un huerto que tenía a la entrada del polígono Riuclar de Tarragona. Después, recogió a su esposa en el trabajo —era portera de un edificio de la Rambla Nueva de Tarragona—. Por la tarde, le dijo a su cuñada que no esperara más a en Maurici puesto que él y Julia habían huido juntos. No fue detenido hasta dos años después.

La versión del acusado queda "fuera de los cánones de la mínima racionalidad y sentido común, ya que deja sin explicación algunos de los indicios plenamente acreditados". Laso siempre ha mantenido que Julia y Maurici se fugaron juntos hartos de las infidelidades pues mantuvo relaciones sexuales con su cuñada y esposa del fallecido, Mercedes Lamas, durante tres años.

La magistrada destaca "la frialdad en la invención y el fingimiento" con los familiares de las víctimas —llegó a llamarles por teléfono haciéndose pasar por Maurici— y el sufrimiento que les causó. Por eso, le condena a inmdenizarlos y le prohíbe acercarse a menos de 1.000 metros y comunicarse con ellos durante 20 años. La jueza también destaca los intentos para "sacar provecho económico o material" de las muertes al intentar ocupar el puesto de trabajo de Julia y la titularidad del vehículo y la pensión de incapacidad de Maurici.

La magistrada aplica la agravante de reincidencia porque Ramon Laso fue detenido en 1990 por el asesinato de su primera mujer y de su hijo. A ella la estranguló en 1988 y colocó el cadáver en las vías del tren para que pareciera un suicidio. En cuanto al asesinato del hijo de seis años, ocurrido el 1989, Laso simuló un accidente de coche. Paró el vehículo que conducía y lo dejó caer por un precipicio, con el menor a su interior. Después de fingir un accidente, calcinó un coche y cobró 3,5 millones de pesetas del seguro del vehículo.

En 1993, Laso fue condenado a 57 años de prisión por las muertes de su mujer y de su hijo. Gracias al buen comportamiento y a trabajar como jefe de cocina del centro penitenciario, pudo reducir su condena. Teniendo en cuenta el tiempo que pasó en prisión en preventiva, Laso sólo acabó pasando nuevo años entre rejas. Después, desde el 1999 y hasta el 2008, año en qué obtuvo la libertad absoluta, vivió fuera de la prisión en libertad condicional.