El escándalo de las tarjetas 'B' de Caja Madrid puede pasar factura a IU en las urnas si no se actúa con más contundencia contra quienes pudieron amparar a los exconsejeros de la formación pese a las reiteradas denuncias de corrupción, advierten algunos dirigentes en una conversación.

Quieren que los que protegieron a los exmilitantes de IU que utilizaron estas tarjetas para gastos personales, sobre todo a José Antonio Moral Santín, asuman sus responsabilidades y mencionan expresamente al "número dos" de IU, Miguel Reneses, y al portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Pérez.

Y creen que asumir esas responsabilidades debería llevarles incluso a dejar sus cargos para no dañar a IU. Apenas faltan siete meses para la primera cita electoral de 2015 y si no se adoptan medidas más firmes, avisan, habrá consecuencias porque el electorado de IU es más exigente que el de otras formaciones. Por tanto, afirman, hay que seguir "dando pasos".

Además, ahora nadie se acuerda de que los consejeros propuestos por IU dejaron la formación hace dos años, cuando saltó el caso de Caja Madrid, y, sin embargo, el PSOE ha expulsado a los suyos esta misma semana y solo tres de los consejeros del PP han dejado el partido también esta semana.

Pero a IU —lamentan— se le aplica otra vara de medir y se le exige lo que a otros partidos ni se les plantea.

También estos dirigentes piden cuentas a la federación de Madrid, que ha creado una comisión de investigación sobre las tarjetas 'black', a la que acusan de falta de transparencia.

Otros miembros de la Presidencia de IU esperan que las direcciones federal y de Madrid "investiguen" todo este escándalo y tomen las medidas oportunas y que, si procede, "extirpen" de la organización a todas aquellas personas que "poco o nada" tienen que ver con los valores que siempre ha defendido IU.

"El 99,9%" de los que forman parte de IU "están limpios" y luchan por los principios que interesan a la sociedad, y eso tiene que quedar "muy claro".

Según éstos, el coordinador federal, Cayo Lara, lo está pasando "fatal", y no es justo "ni ético" que por culpa de un puñado de nombres, que han formado parte de un "entramado patético", se pueda "dinamitar" todo un proyecto de defensa de los derechos sociales y civiles en el que está IU.

Casi todos los reproches que hacen se centran en José Antonio Moral Santín, que se gastó presuntamente 465.000 euros utilizando estas tarjetas para gastos personales y fue el segundo que más gasto hizo después de Ildefonso José Sánchez Barcoj, exdirector general de la entidad.

Los otros exmilitantes de IU que también presuntamente cargaron compras privadas a la tarjeta son Rubén Cruz (233.700) y Juan Gómez Castañeda (128.100). Hay un cuarto, José Luis Acero Benedicto (10.200), que fue nombrado a propuesta de IU pero no era afiliado.