Han pasado más de media vida trabajando y lo siguen haciendo, a pesar de haberse jubilado. Siete de cada diez pensionistas andaluces son "abuelos esclavos", según CC OO. Deben cuidar de sus nietos (llevarlos al colegio, recogerlos, darles el almuerzo, cuidarlos por la tarde...) para que sus hijos "puedan trabajar", puesto que conciliar vida familiar y laboral "se ha complicado" desde que llegó la crisis, según el Observatorio Social de las Personas Mayores 2014 de esta organización.

Hace siete años "los salarios eran mejores y  muchas parejas podían permitirse pagar a alguien para que cuidaran de sus hijos. Pero luego empezó a subir el paro y los sueldos, a bajar", explica el sindicato. Los afectados son hombres y mujeres, pero, sobre todo, abuelas de más de 70 años.

No es lo único que hacen por sus hijos y nietos. Casi el 20% de los hogares de la comunidad se mantienen con pensiones de mayores de 65 años. Según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, hay más de 2,8 millones de hogares en la región, así que 560.000 subsisten gracias a las rentas de sus mayores. En este sentido, CC OO recuerda que la pensión media en Andalucía es de 770 euros y que la de viudedad ronda los 560 euros.

Y es que, según el sindicato, "el 50% de las pensiones en España están por debajo del salario mínimo interprofesional (645 euros al mes)", añade.

UGT corrobora la "situación complicada" de los mayores. "Tenemos casos de jubilados que han tenido que recoger de nuevo en sus casas a sus hijos, en paro, algunos ya con descendencia".

La denuncia de CC OO va más allá. El coste de la vida se ha encarecido desde 2007, según recuerda. "Ha subido el IPC" y el precio de los suministros (luz, gas y agua) más de un 32%. Así que, ahora los mayores "destinan la mitad de su pensión solo a adquirir alimentos de primera necesidad".

CC OO mantiene, además, que para muchos mayores andaluces "la calefacción ya se convirtió el invierno pasado en un lujo". Hubo, sigue explicando, "hasta quien ni llegó a encender el brasero en casa". UGT mantiene que "los datos actuales son penosos", pero que "lo peor" llegará en el futuro: "Ya se ha metido mano en el fondo nacional de pensiones", apunta. Si a eso se le añade que actualmente hay hasta contratos por unas horas, "¿qué pensión le va a quedar a quienes se jubilen dentro de unos años?", se pregunta la organización.