El desglose de los movimientos de las tarjetas de crédito 'B' que usaron 87 exmiembros de la cúpula de Caja Madrid y con las que gastaron 15,25 millones entre 1999 y 2012 revelan una gran afición por el lujo, los excesos y los productos y objetos exclusivos, según publica el diario El País.

En el caso de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, la factura asciende a 436.700 euros y se puede comprobar que los gastó en lugares como una exclusiva tienda de vinos y cavas de la capital, en la que se dejó unos 10.000 euros. Es ya un clásico la fotografía en la que Blesa aparece con un fusil frente a un Oryx abatido. Entre los movimientos de su tarjeta figura un viaje a Sudáfrica por valor de 6.000 euros y vuelos en South African Airways por otros 3.000 euros.

Relojes de lujo, ropa de marcas de alto coste, restaurantes de lujo y retiradas de efectivo son algunas del resto de anotaciones que figuran en el extracto de la tarjeta de crédito al margen del circuito general que usaban los directivos y consejeros.

Los viajes son una de las anotaciones más escandalosas en el registro del exconsejero de la caja Estanislao Rodríguez-Ponga (PP) que gastó 25.000 euros en oficinas de viajes en las navidades de 2008 y otros 15.000 un año después. Restaurantes de lujo y hoteles de primer nivel figuran también entre sus gastos, así como compras en supermercados. En total dilapidó 255.400 euros.

Elena Gil exresponsable de la corporación Caja Madrid tenía más gusto por las joyas caras, como parecen revelar los dos cargos que hizo en la joyería Suárez de Madrid, por un total de 9.000 euros. Francisco Baquero, exconsejero a propuesta de CC OO, gastó un un total de 266.400, entre los que figuran pagos de mobiliario y electrodomésticos, además de restaurantes exclusivos.

Es más difícil seguir el rastro de otros gastos, como los de José Antonio Moral Santín, exconsejero a propuesta de IU, que sacó en efectivo de cajeros 365.000 euros de los 456.000 euros que gastó mientras tuvo tarjeta 'B'.