La escritora Carmen Posadas ha mantenido en el Hay festival de Segovia que "la literatura se parece cada vez más a un anuncio publicitario, tienes que decir muchas cosas, ser muy evocador, en un pequeño espacio de tiempo porque el lector tiene mucha prisa".

Junto con su hermano Gervasio, la autora El testigo invisible o Invitación a un asesinato y Premio Planeta en 1998 con Juego de niños, ha impartido un taller de escritura en una sala de la biblioteca pública de Segovia abarrotada de público.

En esta clase magistral, concebida por los hermanos Posadas con la intención de desacralizar la literatura y acercarla a todos aquellos que aspiran a iniciarse en el arte de contar historias, uno de los primeros trucos es que "si no enganchas al lector en la primera frase estás perdida", matiza la escritora.

Escribir tiene una parte de talento, que se tiene o no se tiene, ha subrayado con desparpajo Carmen Posadas, como cantar o hacer ballet, pero tiene una parte de oficio muy considerable que se puede aprender.

Carmen Posadas, que comenzó su carrera literaria escribiendo literatura infantil y juvenil en 1980, con 27 años, opina que los escritores son como los cocineros, "nunca te dan la receta completa".

Con un público incondicional, muy atento a las explicaciones, ha continuado sosteniendo que "tú le preguntas a un escritor cuál es su receta y te contesta unas cosas esotéricas que yo que soy del gremio no entiendo una sola palabra".

Y entonces, Carmen Posadas, a quien la revista Newsweek señaló como una de las autoras más relevantes de su generación, en 2003, decidió junto con su hermano Gervasio lo que han considerado como "hacer una pequeña traición al gremio de los escritores y contar toda la receta".

Por ejemplo, explican, hay dos cosas fundamentales para un escritor: una que sea un buen lector, que cuente con un pequeño bagaje, y también que tenga una gran curiosidad, que mire como un escritor, no como una persona normal, que se haga preguntas permanentemente de lo que ve en la calle.

Otro de los trucos lo ha contado Carmen Posadas como experiencia propia, después de haber pasado por el "drama" de tener que dejar la última novela que estaba escribiendo porque iba "al desastre".

De ahí que haya transmitido al auditorio que "hay que ser muy inmisericorde con el trabajo, cuando ves que te has equivocado, hay que tener humildad, reconocerlo y empezar de nuevo", una vez que se haya salvado el terror a la página en blanco, ahora pantalla parpadeante del ordenador.