Fotoperiodismo de 'smartphone' durante el huracán Sandy

  • El libro '#Sandy' agrupa las fotos de 20 reporteros estadounidenses que siguieron al minuto al devastador huracán valiéndose de fotos hechas con 'smartphones'.
  • La colección, dicen los editores, demuestra que el periodismo ciudadano es "un diálogo" con la comunidad frente al "soliloquio" del modelo tradicional.
  • Publicadas en redes sociales al instante, las fotos fueron expuestas y vendidas y la recaudación donada a los afectados por la megatormenta.
Montaje de tres de las fotos hechas con 'smartphones' tras el paso del Sandy
Montaje de tres de las fotos hechas con 'smartphones' tras el paso del Sandy
© Ruddy Roye (left), Ben Lowy - From "#Sandy: Seen Through The iPhones of Acclaimed Photographers", published by Daylight Books
Montaje de tres de las fotos hechas con 'smartphones' tras el paso del Sandy

El fotoperiodismo con smartphones ya no es una rareza. Con las cámaras de altas prestaciones de los aparatos es posible "llevar la verdad en el bolsillo" y establecer en cuestión de segundos un "dialogo" con la comunidad mediante las redes sociales, dando lugar a un modelo de periodismo gráfico opuesto al tradicional, basado en el "soliloquio" del reportero y sus afanes lícitos por "editorializar", dice Eddie Brannan en uno de los ensayos del libro colectivo #Sandy, que reúne las imágenes de una veintena de reporteros armados sólo con teléfonos durante el huracán que en octubre de 2012 asoló a 24 de los 50 estados de los EE UU.

El libro se publica cuando están a punto de cumplirse dos años de la supertormenta Sandy —llegó a tener un diámetro de 1.800 kilómetros—. Se inició en el Caribe, donde afectó a nueve países y provocó 70 muertos, y se intensificó al tocar la costa oriental estadounidense, donde las víctimas directas fueron 148, las indirectas 138 y los daños alcanzaron un coste de 68.000 millones de dólares, unos 52.500 millones de euros, que sitúan al huracán como el segundo más destuctivo de la historia del país tras el Katrina.

Subirlas de inmediato a Twitter, Instagram y Facebook

El título completo del volumen con la colección de fotos, publicado por la editorial Daylight [96 páginas, 39,95 dólares de PVP], es #Sandy: Seen Through the iPhones of Acclaimed Photographers (#Sandy visto a través de los iPhone de famosos fotógrafos). Casi todos los veinte participantes usaron el smartphone de Apple como única herramienta para tomar las imágenes, editarlas y subirlas a Instagram, Twitter, Facebook y otras redes sociales.

Los reporteros, según cuenta Wyatt Gallery [es un nombre propio, no una galería], siguieron la idea de otro par de participantes, los destacados documentalisas, Benjamin Lowy y Ruddy Roye, y en determinado momento de las horas posteriores a la llegada del devastador huracán dejaron en casa las cámaras profesionales DLSR para moverse con mayor rapidez y tener alcance inmediato entre la audiencia.

"Me di cuenta casi de inmediato de lo poderosa que puede ser la combinación del iPhone y las redes sociales porque mis seguidores comenzaron a preguntar: '¿Cómo puedo ayudar? ¿Dónde hacen falta voluntarios?'. Mis fotos marcaron la diferencia contando la historia e inspirando a otros".

Nada que envidiar

La colección de casi cien imágenes seleccionadas para el libro que aparece ahora no tiene nada que envidiar a un reportaje tradicional. El esteticismo que a menudo se utiliza como crítica contra las imágenes filtradas de Instagram, por ejemplo, es perceptible aquí, pero el contenido de las fotos —destrucción, viviendas y construcciones barridas por el viento y las implacables marejadas, víctimas desorientadas en medio de la catástrofe...— es suficientemente explícito como para paliar el efectismo visual. La foto que ocupa la cubierta del libro —una montaña rusa anegada por el agua del mar— es un ejemplo perfecto del buen maridaje entre la estética y el mensaje.

Para Brennan, que escribe uno de los ensayos más agudos de #Sandy, el reportero de smarthphone reacciona a una necesidad: "Disparas porque algo sucede y deseas contárselo a la gente". La imagen, añade, "es creada primariamente para reseñar una respuesta y un compromiso emocional del fotógrafo" y sólo de modo secundario se piensa en un archivo de un suceso. "Es un diálogo y no un soliloquio. Es interesante considerar que le decimos a un fotoperiodista que no registre sino que reaccione: ve allí y piensa, no grabes; ve y siente".

Occupy Sandy

Los beneficios del libro, asi como la recaudación de la venta de copias de las fotos en una exposición previa, irán destinadas a Occupy Sandy, una organización sin ánimo de lucro que se dedica a buscar fondos y canalizar esfuerzos para la reconstrucción de las viviendas y edificios destruidos por el huracán.

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