Ana Patricia Botín nunca ha concedido una entrevista. Así lo explica en un artículo de 2008 rescatado tras los últimos acontecimientos la revista Telva, fundada por su tía Covadonga O'Shea. Formada en Suiza, Reino Unido, Austria y Estados Unidos, la hija del fallecido presidente del Grupo Santander, ha recogido en 2014 el testigo que, con toda la lógica, le atribuía desde hace ya tiempo todo el sector financiero internacional. La mayor de los seis hermanos del clan ya está en lo más alto del imperio carmín.

Se licenció en Ciencias Económicas "en solo tres años" —estudió en Bryn Mawr (Pennsylvania) y Harvard (Massachusetts)— y habla cinco idiomas. Nació en 1960 en Santander y con solo 20 años empezó a trabajar en JP Morgan, empresa de la que se convertiría en vicepresidenta para España en el año 1988. Con 28 años recaló en el banco Santander y en solo un año fue nombrada consejera. Así, entró en Banesto en 1989 y en 2002 fue nombrada presidenta de la entidad. En 1991 fue nombrada directora general adjunta del Banco Santander y consejera-directora general del Banco Santander de Negocios (BSN).

El nombre de Ana Patricia Botín no tardó en generar revuelo a nivel mundial en un sector tradicionalmente masculino. El Financial Times la incluyó en la lista de las 25 empresarias más influyentes de Europa en 2004, año en el que solo ella y Belén Amatriaín, de TPI, tenían un puesto como presidentas —Botín lo fue hasta 2010 en Banesto— en compañías del Ibex 35. Sólo 17 mujeres se sentaban entonces en consejos de administración de compañías del selectivo.

En 2005, un artículo en ese mismo diario titulado More than a name destacaba su ambición, su "inmensa capacidad de trabajo" y la creencia entre la mayoría de banqueros de que la primogénita Botín O'Shea heredaría el puesto de su padre. Y de su abuelo y bisabuelo, también presidentes del Santander. Fortune la incluyó en sus rankings de mujeres más poderosas, también CNN Time; y el año pasado la BBC la colocó en una encuesta como la cuarta mujer más influyente del Reino Unido.

Botín, hoy consejera delegada de Santander UK, fue designada precisamente en 2013 como uno de los cinco miembros independientes del nuevo Consejo de Inversión, Comercio y Servicios Financieros, creado para promover el sector de servicios financieros de Reino Unido. The Sunday Times la denomina "The Santander's princess" y ha revista Hola etiqueta las noticias que llevan su nombre en la web con la palabra "realeza".

Habitual de la localidad suiza de Gstaad, en la que cada año por Navidad organiza una fiesta muy concurrida junto a su marido, el ingeniero agrónomo Guillermo Morenés, fue cuñada de Severiano Ballesteros: su hermana Carmen estuvo casada con el golfista, ya fallecido, durante 16 años. A su madre, la vizcaína Paloma O'Shea, reconocida mecenas artística y fundadora del concurso de piano internacional con su nombre, el rey Juan Carlos le concedió el título de marquesa en 2008.

No todo han sido sonrisas en la carrera de Botín. En 1999, cuando estaba a punto de caramelo la fusión del Santander con el Banco Central Hispano, se produjo la sorprendente dimisión de la banquera, entonces consejera directora general del Banco Santander, de todos sus cargos ejecutivos. Fue justo después de que El País Semanal publicara un "amplio perfil" de ella que causó un gran malestar "en algunos sectores de la alta dirección del nuevo BSCH".

Conservó, eso sí, su puesto en el consejo y en 2002 regresó por la puerta grande a Banesto, sustituyendo al polémico banquero Alfredo Sáenz —indultado en la última legislatura de Zapatero— en la presidencia. Los analistas hablaron de "sacrificio" de Emilio Botín y también, incluso, del final de la saga en la entidad en favor del consejero delegado Angel Corcóstegui. Finalmente, no ha sido así y Ana Patricia, pieza clave en las inversiones y la expansión del banco Santander en América Latina, ha sobrevivido.

Otros episodios negros para Ana Patricia Botín tuvieron lugar en 2011, cuando la Audiencia Nacional anunció que la investigaría, junto a otros miembros de la familia, por un presunto delito contra la hacienda pública —la causa fue archivada en 2012—;  y cuando el caso Madoff la acabó salpicando. En concreto, a la sociedad creada por su marido y su hermano, Javier Botín, que habían invertido 152 millones de euros, que aconsejaron a otros la inversión y que después serían demandados por el administrador de la liquidación de las sociedades y los bienes de Bernard L. Madoff.

Ana Patricia Botín ganó en 2013 unos 4,8 millones de euros, practica el golf, reside en Londres y tiene tres hijos. Es fundadora y presidenta de la fundación sin ánimo de lucro Conocimiento y Desarrollo, que promociona la contribución del mundo universitario al desarrollo económico y social. Acaba de convertirse en la presidenta de la entidad financiera más importante de España y de la zona del euro, y una de las principales del mundo.