"Nosotros también trabajamos con las palabras", dice la presentadora de Noticias Cuatro Marta Fernández, con su primera novela casi recién salida de imprenta: Te regalaré el mundo (Espasa).

"Parece que es normal que los periodistas de papel publiquen novela pero no los de la tele, se nos mira raro", protesta. Es quizá parte de las desventajas que tiene la ventaja de ser una cara conocida. Una ventaja que debe de ser muy rentable ya que se puede hablar de un boom del asunto: las librerías están llenas de novelas escritas por presentadores de la tele, varios de ellos, de informativos.

Algunos, como David Cantero o el superventas Máxim Huerta, ya lo habían hecho antes, pero otros, Sandra Barnedo, Luján Argüelles o Mónica Carrillo, han estrenado sus dotes narrativas este año.

Ya no se trata de libros sobre experiencias en la tele o biografías o monólogos, donde Wyoming, Pablo Motos o Frank Blanco tienen su hueco y es algo a lo que estamos más acostumbrados. Ahora se trata de novelas.

Si salimos de la frontera del presentador y hablamos de colaboradores, también caras televisivas conocidas, no faltan tampoco nombres. Entre ellos: Elisa Beni con su novela negra Peaje de libertad (Espasa), Carmen Alcayde con Nubes de algodón (Suma), Raquel Martos con No pasa nada y si pasa se le saluda (Planeta), o Nuria Roca que, entre otras, ha publicado Lo inevitable del amor (Planeta).

Para el director editorial de Suma de Letras, Pablo Álvarez, que ha publicado a Barneda y Gálvez, la calidad va antes que la cara, por muy conocida que sea. "Yo pido la misma calidad. En mi caso, tanto Sandra como Christian están muy preparados, saben escribir y trabajan mucho". No niega que haya una parte de estrategia comercial, pero también señala que el lector es siempre el que decide. "Y tiene la ventaja de que hay gente que no ha leído y se acerca a estos libros porque les gusta o interesa el presentador, y eso es positivo".

Marta Fernández, Te regalaré el mundo (Espasa, 2014). Ha sido la última cara televisiva en publicar novela y ha resultado un acierto comercial: ya está entre los diez libros más vendidos y sólo hace unos días que salió a la venta. Es más, la temporada editorial de Espasa casi ha arrancado con su novela,  una historia en la que la inteligencia juega un papel fundamental. Un hombre la usa para salir de su dolor, otro la emplea para crear un mundo aunque sea a costa de su sufrimiento.

"Admiro la inteligencia, pero no creo en el mito del simple feliz, también hay que ser inteligente para remontar" dice la periodista. Plantea Marta Fernández (Madrid, 1973) también algún que otro debate periodístico en Te regalaré el mundo y se muestra tajante: "La crisis no es del papel, es de lo que lleva el papel". Señala lo liberador que le resulta escribir e insiste en que el periodista no está intoxicado a la hora de escribir literatura por el estilo periodístico. Defiende que quienes trabajan con palabras y con historias lo tienen más fácil. Y cuenta que le hubiera gustado firmar con seudónimo.

Mónica Carrillo, La luz de Candela (Planeta, 2014). La presentadora de informativos de Antena 3 puede presumir de no haberse equivocado, al menos en cuestión de ventas, con su debut: lleva diez ediciones en menos de un año. La periodista reconoce que pese a que sí había sentido siempre la necesidad de escribir aquello que veía, nunca antes había pensado en escribir ficción. "En los últimos tiempos fue surgiendo esa necesidad y esa ilusión por contar algo al público, en parte alentada por Twitter. Al lanzar microcuentos me surgió la idea de no limitarme a 140 caracteres y narrar una historia".

No pertenece Mónica Carrillo (Alicante, 1976) a la larga lista de periodistas aspirantes a novelistas: "Ni en mis sueños más remotos había imaginado escribir un libro. Por eso estoy tan ilusionada. La vida siempre me ha sorprendido para bien, porque quería ser periodista pero no imaginaba que podía presentar las noticias. La vida me pone retos y los acepto con mucho entusiasmo".  Un intenso y adictivo amor, el de una fotógrafa, Candela, con un modelo sustentan esta primera novela de la periodista. En sus palabras: "Es una historia de emociones, de un gran amor y desamor, y una pasión. Mi aspiración es emocionar a los lectores, que empaticen con la protagonista".

David Cantero, El viaje de Tanaka (Planeta, 2014). El también presentador de informativos (Telecinco) repite hazaña novelesca, es la tercera, con el canto a la vejez que es El viaje de Tanaka y del que lleva dos ediciones. Según el propio Cantero (Madrid, 1961), a quien le apasiona escribir ficción desde niño, esta novela viene a recordarnos el valor de estar vivos: "Lo que de verdad importa es muy poco: estar vivo y sano y que los tuyos estén bien".

Él sí pertenece a esa lista de periodistas ansiosos por contar historias de ficción: "Soy como bipolar, tengo un David que es el de la información desde hace más de treinta años y otro que escribe desde niño y nos llevamos bien a pesar de la bipolaridad". Amantea y El hombre de baobab son sus dos novelas anteriores.

Luján Argüelles, Cenicienta llevaba tacones (Martínez Roca, 2014). Dos ediciones lleva la novela de Luján (Un príncipe para Laura, ¿Quién quiere casarse con mi hijo?), sencilla en su planteamiento y en la línea de los programas que presenta: amores y desamores de un grupo de amigas.

Advierte Argüelles (Asturias, 1977) en Cenicienta llevaba tacones: "Somos mujeres autosuficientes y valientes. No vamos a conformarnos con una relación que no nos aporte más de lo que ya tenemos. Asumimos que somos Cenicientas porque seguimos insistiendo en encontrar un príncipe". Sin pretensiones, Luján escribe como es, no hay mucha distancia entre la presentadora y la narradora.

Máxim Huerta, La noche soñada (Espasa, 2014). Es uno de los presentadores que más vende. Si de La noche soñada lleva cinco ediciones, de la anterior, Una noche en París, que se sigue vendiendo, lleva 10. Se ha convertido Máxim Huerta (Valencia, 1971) el autor en un 'seguro' para las editoriales, y ni él ni los sellos van a desperdiciarlo: este otoño sacará otra. Con La noche soñada ganó el Premio Primavera de Espasa.

El punto de partida de esta última ficción del presentador que acompaña a Ana Rosa Quintana en su programa: ¿Qué pasaría si en vez de pedir un deseo hicieras todo lo posible por conseguirlo? El autor habla así de la obra: "En esta novela yo he pretendido desdramatizar el dolor, no sé si lo habré conseguido. Pretendía desdramatizar el dolor de la muerte de un padre, incluso de los malos tratos que sufre la madre, o del Alzheimer".

Raquel Sánchez-Silva, Mañana a las seis (Planeta, 2014). La presentadora lleva cinco ediciones de su primera novela, la historia de una mujer de vida estable que renuncia a todas las seguridades para llevar hasta el límite sus pasiones.

Raquel Sánchez-Silva (Plasencia, 1973) siente, como muchos de sus compañeros, fascinación por la ficción y pide que no se la lea con prejuicios: "Llevo esperando publicar una novela toda mi vida. Desde luego mi decisión personal no tiene nada que ver con que el mercado acoja con cariño los libros de personajes televisivos. Lo hubiera intentado siempre, incluso sin ser televisiva. Sólo pido la misma oportunidad que cualquier autor: que antes de juzgarme, se lea lo que escribo".

Christian Gálvez, Matar a Leonardo da Vinci (Suma, 2014). Leonardo da Vinci ha sido la figura que despertó en el presentador de Pasapalabra, el más joven de la lista de novelistas (nació en 1980), sus dotes noveleras. Y parece que no le está yendo nada mal: Matar a Leonardo da Vinci va por la cuarta edición (en cuatro meses ha vendido más de veinte mil ejemplares) y está a punto de salir en Chile.

El presentador ya está preparando la segunda parte, ya que se trata de una trilogía. "El 2 de abril publiqué, después de cinco años de investigación, mi primera novela histórica ambientada en el Renacimiento italiano, centrándome en la persona de Leonardo da Vinci. Una novela donde se combina arte, venganza, intriga y pasión", explica Gálvez.

Sandra Barneda, Reír al viento (Suma, 2013). Su primera novela ha triunfado: seis ediciones en unos meses y ya casi lista la siguiente. El 22 de octubre saldrá a la venta La tierra de las mujeres, la historia de tres generaciones de mujeres.

Poco después de publicar Reír al viento, Sandra Barneda (Barcelona, 1975) confesaba sin pudor: "Las ofertas editoriales que me han hecho siempre han sido para ensayo. Pero dije: una novela. Y aceptaron. Al fin he conseguido terminar una y publicarla".

Mara Torres, La vida imaginaria (Planeta, 2012). Con ella empezó buena parte de este boom de novelas escritas por presentadores de televisión, aunque no fue hasta 2013 cuando verdaderamente se instaló este fenómeno. Antes ya hubo otros, pero no tantos en el mismo período de tiempo. El de Mara Torres fue un comienzo potente: quedó finalista del Planeta en 2012 con La vida imaginaria, edición que ganó Lorenzo Silva.

La presentadora de informativos de La 2 presentó la obra al concurso con el seudónimo de Pilar Otero: "Lo presenté al Premio para saber cómo reaccionarían quienes no supieran quién era yo. Estaba obsesionada con que no me reconocieran y de hecho pensaba que si alguna vez publicaba lo haría con seudónimo".