Otra bronca entre PP y PSOE por el escándalo del voto por correo

El Partido Popular asegura que quiso facilitar el «derecho al voto», mientras que el PSOE lo considera «muy grave».
El PP de Melilla adujo ayer que con el encargo realizado a una imprenta de 1.000 copias de la solicitud del voto por correo quiso «facilitar este derecho ante las escasas instancias facilitadas por Correos».
El responsable del encargo fue el gerente del PP melillense, Javier Lence, que quedó en libertad sin cargos tras declarar ante el juez.

Lence rechazó que se tratase de un intento de manipulación y explicó que realizó el encargo «ante la demanda de numerosos afiliados y simpatizantes del PP que tienen familiares fuera de Melilla».

A este asunto hizo alusión ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien durante un mitin en Tenerife confió en que las elecciones autonómicas del 27 de mayo sean «plenamente democráticas y limpias», y en que «nadie intente utilizar métodos fraudulentos». El PSOE se personará como acusación ante unos hechos «muy graves, porque es la primera vez en democracia que un partido falsifica documentación electoral».

Escuchas telefónicas

Josep Piqué, presidente del PP en Cataluña, pidió ayer la presunción de inocencia de los implicados.

Este escándalo de los impresos del voto por correo trascendió el viernes por unas escuchas telefónicas realizadas a los dueños de una imprenta de Melilla por una supuesta falsificación de documentos. Legalmente sólo pueden ser distribuidos por Correos, de uno en uno, y a petición de los votantes.

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