"Lo hago por devoción", aclara a 20 minutos. Pese a su avanzada edad, el hermano Pedro recorre a pie y a diario las calles. «Me fijo un horario: de 10.00 a 13.00 y de 14.00 a 18.00 horas», explicaba.

Reparte un promedio de 250 estampas al día. Y lo hace en mano.

Recauda la voluntad, que destina al mantenimiento del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (c/ Rosselló, 175).

"La gente ya espera que tarde o temprano vaya a su casa", dice, "y si no, vienen a comprar el calendario o la estampa en el Santuario".

De hecho, adjunta a la iglesia hay una tienda donde el misionero vende unos 130.000 calendarios al año, cuando no los entrega a los transeúntes en mano.