El agente 19.245, jefe del grupo de Inspecciones Oculares perteneciente a la Policía Científica, fue comisionado en torno a las 18 horas del 3 de abril para acudir al número 40 de la calle Martín Gaite en Leganés (Madrid).

Lo primero que le dijeron al llegar fue que el piso estaba habitado por árabes, y que la intención era desalojar la vivienda —un primero, al lado de la vivienda de un agente de policía— para poderlo inspeccionar.

"Cuando intervinieron los GEO se produjo una explosión, en torno a las 21 horas", recuerda el agente.

Desde un primer momento se temía que los terroristas pudieran llevar explosivos, por lo que se mantuvieron alejados durante la intervención de los GEO.

Ayuda a los compañeros

Tras la explosión, lo primero que hizo el testigo fue acudir en ayuda de los GEO. A continuación, se observó el estado del edificio y se comprobó que no había supervivientes. "Se deliberó con la jueza cuando iniciar la inspección ocular (...), empezamos esa misma noche, tras la intervención de los Tedax", recuerda el agente 19.245.

Se recuperaron restos de cadáveres, libros con caracteres islámicos, memorias USB, documentación, efectos personales, documentos en caracteres latinos, restos de ordenadores, cintas de vídeos, armas —subfusiles—, munición, pasaportes, abonos transporte, una libreta de ahorros de La Caixa, etc. y así hasta más de 20.000 efectos.

Se ha hecho especial hincapié en el explosivo hallado, blanquecino y maleable, así como en los detonadores.

Otras intervenciones

El agente, como jefe de grupo, intervino en numerosas actuaciones. La primera fue la de la estación de El Pozo, a donde no pudo acceder hasta que no se hizo explotar la mochila que se halló.

"Se nos ordenó que los bomberos extrajesen los cadáveres y su depósito en el andén, para una primera identificación y traslado al Ifema", recuerda el inspector.

Por la tarde, el inspector acudió a Alcalá para revisar la Kangoo. "Nos dijeron que había una cinta en árabe y fuimos a verla (...), debajo del asiento del conductor hallamos también una bolsa con detonadores", recuerda el inspector.

La prioridad, una vez que se encontró la cinta, era que no se perdiese. Por este motivo se hizo un duplicado y se llevó a traducir: "Era prioritaria", asegura.

Identificación en Ifema y la mochila

Tras la revisión de la Kangoo, el inspector acudió al Ifema para la identificación de cadáveres.

Cuando se encontraba en esta labor —en torno a las 3 de la noche—, recibió una llamada informándole de que se había desactivado la mochila con explosivos.

"Hicimos una revisión exhaustiva del contenido de la mochila (...), en la bolsa de explosivos se hallaron las huellas de Dadoud Ounane", afirma el agente 19.245.

La finca de Morata

El inspector participó también en la revisión de la finca de Morata de Tajuña. Según ha testificado, lo primero que llamó la atención fue la presencia de un zulo. "La revisión de los perros resultó negativa, pero la posterior comprobación en laboratorio demostró que había restos de explosivo", recuerda el testigo.

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