El socialista Pedro Sánchez, elegido este domingo por los militantes del PSOE como nuevo secretario general del partido, ha asegurado que va a ser "un secretario general de la unidad", en una entrevista en el programa Hoy por Hoy en la Cadena SER.

El nuevo secretario general del PSOE ha reivindicado además su "autonomía" y la de la futura dirección federal del partido para "ordenar el calendario" y poner fecha a las primarias para elegir candidato a la Moncloa, y ha subrayado que "la decisión última" la tendrá el Comité Federal, según ha afirmado en declaraciones a Onda Cero. Estaba previsto que la elección se hiciera en noviembre y era el momento elegido por Madina y Tapias, aunque su compañera Susana Díaz prefería mover esa fecha.

Sánchez ha querido destacar el proceso con el que ha sido elegido, asegurando que han "acertado en el proceso, en la participación, han sido más de 125.000 compañeros los que han participado en este cambio que necesitaba el partido".

El nuevo secretario general ha recordado que quedan dos semanas hasta al próximo congreso del PSOE y que en ese tiempo hablará con sus compañeros y oponentes, Eduardo Madina y Pérez Tapias, a los que va a llamar "a lo largo del día de hoy porque quiero contar con ellos en la dirección".

"Voy a quedar también con Susana Díaz, tenemos que hablar. Es un referente no sólo interno, sino también social y el socialismo andaluz debe ser central en el proceso de cambio que afronta el PSOE", ha dicho de su compañera, con la que también quiere contar en la dirección del PSOE.

Sánchez ha afirmado que hablará con sus compañeros para forjar una Ejecutiva de unidad de aquí al Congreso de los días 26 y 27 de julio, en el que el nuevo líder será elegido formalmente por el partido.

Pedro Sánchez busca "una ejecutiva integradora y renovada, para un proyecto de izquierdas que no caiga en el populismo ni la demagogia", ha dicho, y ha añadido que puede "compartir con otras formaciones la indignación por la situación", pero no puede "compartir programas imposibles que pueden quebrar las expectativas de gente que está sufriendo".

Así, Sánchez quiere que el PSOE "sea la alternativa real a una derecha que está causando mucho dolor a la ciudadanía", porque el PSOE "debe dejar de mirarse a sí mismo con debates endogámicos y plantear desafíos para los problemas que tiene España, para elaborar un discurso de democracia radical".

Sobre el futuro adelanta que van "a plantear cuestiones que pueden sorprender incluso a la propia militancia".

En declaraciones a RNE, Sánchez ha recalcado que su intención es "articular un proyecto sólido, solvente y ganador" para España, pero también un proyecto "realista". "Voy a cambiar el PSOE para cambiar España", ha asegurado Sánchez, que ha hecho hincapié en que su partido debe "recuperar el sello de un PSOE que quiere ganar y no se contesta con protestar".

Además, ha asegurado no tener ningún vértigo, sino "los pies en la tierra", y que conoce bien los retos que tiene el partido. Para el PSOE, Sánchez quiere "unidad" y más participación y rendición de cuentas ante la militancia. Para el país, asume que "una de las preguntas decisivas" que hay que responder es "cómo se va a ganar la vida España".