La crecida del Ebro obliga a paralizar varias obras de la Expo

El aumento del caudal afectó al Parque Metropolitano. El río seguirá subiendo y mañana alcanzará un nuevo máximo.
La crecida del Ebro en Zaragoza amenaza también varias de las obras de rehabilitación de las riberas. (F. Simón/ EFE)
La crecida del Ebro en Zaragoza amenaza también varias de las obras de rehabilitación de las riberas. (F. Simón/ EFE)
La crecida del Ebro en Zaragoza amenaza también varias de las obras de rehabilitación de las riberas. (F. Simón/ EFE)
La crecida del caudal del Ebro por las lluvias de los últimos días obligó a paralizar ayer los trabajos, en la zona más próxima al río, del Parque Metropolitano de la Expo. Se suspendieron las obras de los canales de captación de agua, que no se reanudarán hasta que el cauce vuelva a su nivel habitual.

Según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el caudal seguirá aumentando hasta llegar, mañana, a más de 2.000 m3 por segundo, equivalentes a una altura de 4,85 metros en el nivel del río.

Estos niveles, según la CHE, están próximos a los límites de una avenida ordinaria y superan el máximo de 1.380 metros cúbicos por segundo registrados el martes. Ayer por la tarde, el caudal era de 1.135,72 m3.

En torno a una decena de operarios de los canales del  Parque Metropolitano están parados desde ayer por la crecida del río. En el resto de las obras de la Expo, incluido el Pabellón Puente, se trabajaba «con absoluta normalidad», según Expoagua, al igual que en las del Plan de Riberas, entre el Puente de Hierro y el de las Fuentes.

Situación bajo control

Las obras en los canales tuvieron que paralizarse porque aún no se han instalado las compuertas que permiten controlar la entrada de agua en ellos, por lo que ayer quedaron inundados. Aunque la previsión apunta que el caudal del Ebro seguirá aumentando hasta pasado mañana, responsables hidráulicos aseguraron que no se esperan afecciones peligrosas en la capital aragonesa y que no se debían desatar alarmas infundadas.

Las precipitaciones de estos días han provocado crecidas y desbordamientos puntuales en varios ríos de la cuenca afluentes del Ebro, entre ellos el Aragón, pero no se prevén mayores aumentos en próximos días.

Nevadas en comarcas turolenses

La lluvia caída ayer en muchos puntos de Aragón fue nieve en varias comarcas turolenses. En catorce tramos de carreteras de Albarracín y Maestrazgo era necesario el uso de cadenas (209 kilómetros). En 11 términos municipales, Protección Civil había situado el nivel de alerta por nevadas en rojo. En Huesca, el puerto fornterizo de El Portalet está cerrado por riesgo de aludes.

En Pradilla se preparan contra la inundación

Alerta. Las fuertes lluvias de los dos últimos días y la crecida del Ebro anegaron ayer campos de cultivo de la ribera alta del cauce e incluso llegaron al casco urbano de alguna localidad.

Pradilla del Ebro fue uno de los pueblos más afectados por la avenida. Entre la constante lluvia y la crecida del río, el agua se asomó al casco urbano de la localidad. Los operarios de la Diputación de Zaragoza tuvieron que instalar dos motobombas para achicar el agua que ya rebosaba de las tuberías desde la noche del pasado martes.

A pesar de todo, el caudal del Ebro se mantiene aún muy lejos de los 8 metros que alcanzó en 2003, cuando se produjeron importantes daños materiales en casas, cultivos e infraestructuras de ésta y otras localidades.

Otro de los pueblos más amanazados por la crecida es Novillas. Su alcalde, José Ayesa, explicó ayer que si continúa lloviendo, la avenida podría tener «graves consecuencias para las cosechas». Preocupaciones similares mantienen en alerta a muchas otras localidades de la ribera alta del Ebro, que temen que la crecida supere los 6,5 metros. En muchas zonas el caudal ya llegaba ayer hasta los 6,12 metros.

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