La diputada del Grupo Socialista de las Cortes de Aragón, Ana Fernández, ha considerado "preocupante" la reforma fiscal que impulsa el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y ha vaticinado que habrá más recortes. Con esta reforma se pone en "claro riesgo" el cumplimiento del objetivo de déficit, ha dicho.

A su juicio, "es una reforma de claro signo conservador", ya que se inspira en el principio de "menos estado y menos intervención pública", y deriva las rentas del sector público al privado, empeorando los servicios públicos esenciales.

En rueda de prensa, la parlamentaria del PSOE ha asegurado que esta reforma pretende "beneficiar a los más ricos y castigar a los trabajadores y las clases medias", haciendo hincapié en que se gravará la indemnización por despido, el "remate" a la reforma laboral.

"Es absolutamente vergonzoso que de nuevo el PP se cebe con las clases más desprotegidas a la hora de llevar a cabo una reforma fiscal", ha continuado Ana Fernández, quien ha agregado que con los 9.000 millones de euros menos que va a recaudar el Estado habrá menos recursos para atender las políticas sociales y de reactivación económica.

La diputada ha considerado que el Gobierno de España tenía la oportunidad de actuar por la vía de los ingresos, reestructurar todo el sistema tributario y que pagaran las personas con más rentas, pero el Ejecutivo ha hecho lo contrario, bajando los impuestos a quienes más ingresos tienen, "a quienes más ganan".

Ana Fernández ha aseverado que esta "serie de medidas" fiscales tienen "un tinte claro de electoralismo" de cara a los comicios generales, autonómicos y locales de 2015, y dejará a España "en una situación muy complicada".

Financiación autonómica

A esto ha añadido que la reforma "va en contra de las comunidades autónomas, a quienes no se ha consultado". Tampoco se ha dialogado con los agentes sociales.

Ha dicho que "es difícil creer que con menos recursos el Estado va a poder llevar a cabo una financiación autonómica mejor que la que hay en este momento", indicando que, en 2012, España recaudaba 7,9 puntos menos de PIB que la media de la UE.

En su opinión, "la única alternativa que le queda al Gobierno —autonómico— es actuar por la vía del recorte de gastos" en sanidad, servicios sociales, educación y políticas de reactivación económica y empleo, lo que según sus cálculos se plasmará en el Plan Económico-Financiero, que se aprobará el próximo mes de agosto.

El Grupo Socialista ha pedido la comparecencia del consejero de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón, Javier Campoy, para que explique cómo va a repercutir la reforma fiscal en las arcas autonómicas.

A juicio de Fernández, España necesita un sistema fiscal "que garantice más recaudación de forma estable, más justo, que aumente las aportaciones del capital" y que ataque el fraude.

Ha propuesto acercar la tributación de las rentas del capital y del trabajo y ha criticado la rebaja del tipo general del impuesto de sociedades del 30 al 25 por ciento porque beneficia a las grandes empresas. Frente a la reforma fiscal, el PSOE plantea un cambio "en profundidad" buscando "la justicia, la progresividad, la equidad".