La Dirección General de Recursos Hídricos ha iniciado el proceso para la revisión del Plan Hidrológico de Baleares correspondiente al segundo ciclo de planificación (2015-2021), con lo que se da cumplimiento a la Directiva Europea del Agua, que establece en seis años el plazo de revisión del plan de gestión del agua aplicado en cada comunidad, con independencia de la aprobación del mismo.

Según ha informado en un comunicado, por este motivo se ha planificado un calendario con las diferentes administraciones afectadas y con el público en general, para facilitar la mayor participación posible en la elaboración de las principales líneas de actuación y planificación.

Las reuniones se iniciaron el pasado 13 de junio en Mallorca con una primera jornada informativa que contó con la presencia de responsables políticos y técnicos de las diferentes administraciones. El calendario de este proceso continuó el martes 17 en Menorca, con una jornada participativa dirigida a público en general, técnicos y personal de la administración y profesionales y asociaciones del sector. El jueves 19 fue el turno de las Pitiusas.

Este proceso concluirá los próximos días 24 y 31, en el espacio sostenible Francesc Quetglas de Palma, con dos jornadas participativas más, la primera sobre las masas costeras y de transición y la segunda, sobre las masas continentales (aguas subterráneas y superficiales).

El actual Plan Hidrológico fue aprobado el mes de septiembre de 2013 por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Se trata de un instrumento de planificación con una gran repercusión en el territorio de las islas, en su actividad económica y en sus valores medioambientales, ya que regula las actuaciones relacionadas con el ciclo integral del agua y el dominio público hidráulico.

Los principales objetivos del Plan son garantizar el buen estado ecológico del dominio público hidráulico, satisfacer la demanda de agua, protegiendo la calidad, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y fomentar un uso racional de este recurso preciado.

El nuevo plan introduce la figura de masas de agua en sustitución del concepto unidad hidrogeológica utilizado hasta ahora para clasificar los recursos disponibles. Así, en Baleares hay 90 masas de agua, clasificadas en cuatro categorías en función de su estado ecológico, y de las cuales el 70 por ciento se encuentran en un buen estado.

Además, recoge medidas encaminadas al uso racional y al ahorro de agua, con un objetivo de reducción de pérdidas en red del 20 por ciento antes del año 2021, impulsando que las nuevas edificaciones incluyan grifos de ahorro de agua. También se recoge un amplio programa de medidas, con una inversión total prevista, entre todas las administraciones, de unos 2.700 millones de euros hasta finales de 2027.

Por otro lado, mantiene los perímetros de protección de los pozos de suministro urbano, así como la distancia mínima entre captaciones, que es de 100 metros, tal como indica la Ley de Aguas. También fomenta el uso de recursos alternativos para determinados usos con el objetivo de favorecer la recuperación y la mejora de los recursos naturales.