Las emociones y los pensamientos también cuentan a la hora de crear arte; y en algunos casos, son fundamentales. Una buena prueba de ello es la exposición que desde hoy acoge el Museo Guggenheim sobre la obra creada por el pintor y escultor Anselm Kiefer durante la última década.

La muestra de este prestigioso artista alemán se compone de más de 100 obras, organizadas temáticamente, que toman como base las religiones, la mística, la filosofía, la ciencia, la naturaleza o la alquimia, e incluso referencias literarias, como la obra de Nietzsche, o musicales, como la de Wagner.

Además, un desolado paisaje de invierno de escala monumental, de hasta 15 metros de altura, creado especialmente para el atrio del museo, se fundirá con el emblemático edificio de Gehry.

* Bilbao. Museo Guggenheim. Hasta el 3 de septiembre. De martes a domingo, de 10.00 a 20.00 horas. Precio: adultos: 7,50 euros; jóvenes y jubilados: 5 €.

Marcado por la posguerra

Anselm Kiefer nació en Alemania en 1945, año en que se puso fin a la segunda guerra mundial y marcó el inicio de una época complicada para el pueblo germano, debido a las deudas contraídas con el resto del mundo. La restitución de la identidad como nación de su país, unida a las penurias pasadas en la posguerra, marcaron indeleblemente a Kiefer, que trasladó sus sentimientos a su obra.