La Comunidad de Madrid afronta la campaña de máximo peligro de incendios con plazas vacantes, equipos desactualizados y personal formado de forma deficitaria. Así lo denuncian bomberos, retenes y miembros de las brigadas forestales, que alertan de que la Comunidad ha pecado de "imprevisión" a pesar de tener por delante, como en 2013, un verano de alto riesgo.

El período de cautela se activó el pasado 15 de junio y durará hasta el 30 de septiembre. Los contratos de los bomberos forestales, específicamente incorporados para esta época del año, se activaron el 9 de junio, pero su formación no concluyó hasta el día 18. "Aún estamos con cursos. Tuvimos que reunirnos con los responsables de Interior porque la empresa privada que nos los impartía estaba dando contenidos inadecuados y cosas como coaching y motivación. Además, hemos pasados de 37 a 21 horas de clases", relata Íñigo Hernández, portavoz del colectivo BFCAM.

Hernández señala, además, que los Equipos de Protección Individual (EPI) de los trabajadores no están actualizados: "Vestimos trajes, guantes y botas que han quedado obsoletos porque ha salido una normativa nueva. Podemos usarlos, pero no tiene sentido si tienen equipos nuevos guardados que se niegan a repartirnos".

El retraso más importante, sin embargo, se ha producido en el apartado operativo. Según Hernández, la Consejería de Presidencia e Interior aún no les ha comunicado oficialmente si este año participarán en 12 o 13 retenes. "Serán 13 con el de Braojos, probablemente, pero para cubrirlo dejarán incompletos los demás. No hay 10 personas en cada uno como debería", alerta.

La Comunidad ha presupuestado 289 plazas para cubrir estas brigadas, pero ha incorporado a 228 personas para cubrir torres de vigilancia, labores de coordinación, de extinción y emisoras, según el sindicato SUT. "¿Dónde están los 61 que faltan? Porque los puestos de extinción que no asignan se los están dando a bomberos funcionarios a los que pagan mediante horas extras", critica la central. "Se ha llamado a todo el mundo. Los que no han llegado, habrán encontrado otro trabajo", apunta Interior.

El año pasado, y según adelantó el diario El Mundo, la Comunidad abonó 6,5 millones de euros por las más de 59.600 horas de guardia facturadas en los parques. Interior justifica que forma parte del acuerdo sectorial firmado con el personal funcionario, mientras que los sindicatos alegan que el gasto se reduciría si la Administración contratase a todos los bomberos que necesita.

CNT advierte de que, Infosa y Matinsa, las dos empresas privadas que proveen a la Comunidad de efectivos adicionales para lucha y la prevención contra el fuego (415 en total) ha eliminado dos retenes este año: "Han desaparecido Navalcarnero y Buitrago. A los primeros les han forzado a ir a Boadilla sin contrato fijo. A los segundos les han repartido por brigadas que antes estaban incompletas".

Los agentes forestales tampoco trabajan al completo. El Ejecutivo lleva 11 años sin convocar ofertas de empleo público para un cuerpo donde la media de edad está en 49 años y que llega a alcanzar los 53 dependiendo de la comarca. "Somos 219. Hay 24 vacantes dotadas y presupuestadas pero no cubiertas, además de otras 10 de jefe de unidad", apunta Miguel Higueras, secretario general de UGT-CAF.

En este caso, Interior alega que "no se ha considerado necesario" que estos agentes, que patrullan el terreno de forma habitual, se ocupan de la prevención, avisan y asesoran a los efectivos de extinción, cuenten con más manos. "Se ha preferido incorporar 61 nuevas plazas de bomberos que hacían falta", detallan desde el departamento que dirige Salvador victoria.

La Comunidad asegura que el plan de extinción Infoma 2014 cuenta con los mismos efectivos que en 2013.

El dispositivo está integrado por 2.649 profesionales de distintas especialidades, además de 520 vehículos. Los recursos aéreos se dividen en cuatro brigadas helitransportadas (Navas del Rey, Valdemorillo, Morata de Tajuña y Bustarviejo), cuatro helicópteros bombarderos, otro en labores de vigilancia y coordinación y, por primera vez, un avión anfibio con base en Cuatro Vientos y capacidad para lanzar hasta 3.100 litros de agua.

La región sufrió el año pasado 259 fuegos que afectaron a 1.253 hectáreas, un 33% menos de extensión que en 2012 (2.364), pero muy por encima de las 385 de 2011, las 101 de 2010 o las 324 de 2009.

El Tercer Inventario Forestal Nacional refleja que más de la mitad de la superficie de la Comunidad, 420.092,99 hectáreas (52,33%), están calificadas como terreno forestal. Otras 220.464,19 hectáreas, (27,46% de total) son terreno arbolado, mientras que 199.628,80 son de terreno forestal desarbolado.