El espeleólogo alemán Johann Westhauser, sepultado desde hace una semana en una gruta a 1.000 metros de profundidad en Baviera, envío este sábado un primer saludo al exterior, tras lograr tomar contacto con él un equipo de rescate suizo.

"Se encuentra bien y envía saludos a su familia", indicó un portavoz de los equipos de salvamento rescate, después de conseguir una comunicación por radio con un primer grupo que este sábado accedió hasta el lugar donde se encuentra el espeleólogo.

El grupo, integrado por 14 personas, inició ya las labores de transporte del afectado, operación que debido a las lesiones sufridas por éste en la cabeza podría demorarse días o incluso una semana.

Por el momento, el grupo no ha accedido aún a la primera cueva desde donde se considera que se podrá entrar en comunicación directa por radio con éstos, a 900 metros de profundidad, sino que el mensaje llegó a otro equipo que se encuentra en una fosa intermedia y de ahí se transmitió al exterior.

Entre los miembros del grupo que está junto a Westhauser hay un médico, según el cual la situación de éste permanece estable.

El lugar donde quedó atrapado, una fosa cercana a la localidad de Berchtesgaden en la frontera con Suiza, está considerado la cueva más profunda e intrincada de Alemania.

El espeleólogo alemán, de 52 años, resultó herido en la noche del sábado al domingo de la semana anterior.