Un hombre acusado de intentar matar a tres jóvenes con una botella rota tras una discusión en una discoteca de Onda (Castellón) ha declarado este miércoles en el juicio que se ha celebrado en la sección primera de la Audiencia de Castellón que no quiso herir a nadie, sino que tan sólo intentó defenderse tras verse acorralado por un grupo de 20 o 30 personas que, según ha dicho, comenzaron a pegarle e insultarle.

El fiscal pide 16 años y medio de prisión para el acusado por tres delitos de homicidio en grado de tentativa y contempla la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, mientras que la defensa ha calificado los hechos como un delito de lesiones y ha añadido la eximente por obrar en defensa de los intereses propios y la atenuante de miedo insuperable, por lo que ha solicitado la libre absolución.

En su escrito de conclusiones, el ministerio público indica que los hechos se iniciaron en la madrugada del 21 de mayo de 2006 en una discoteca de Onda, en cuyo interior se produjeron dos discusiones. Ya fuera del local, de nuevo, el acusado y uno de los chicos cruzaron palabras "en tono desairado" hasta que el primero rompió contra el suelo una botella de cerveza con la que agredió al chico en el cuello "con la intención de causarle el mayor daño posible y asumiendo que con ello que podía causarle la muerte".

Así mismo, según el fiscal, el procesado agredió a otros dos jóvenes de la misma manera. Un grupo de personas que no han sido identificadas redujeron al acusado, le tiraron al suelo y le propinaron multitud de golpes hasta dejarle inconsciente, agresión que fue interrumpida por la intervención de una patrulla de la Policía Local.

El acusado ha asegurado que los incidentes comenzaron cuando en el interior de la discoteca una de las víctimas le apartó en la barra y le llamó "moro de mierda" y le dijo que los españoles eran los primeros en pedir. Posteriormente, ha señalado que el mismo joven, junto a otros, le siguieron molestando en la segunda planta del local, por lo que un vigilante les echó.

"tuve mucho miedo"

Así mismo, ha relatado que cuando salió de la discoteca vio a los jóvenes parados, por lo que empezó a correr, aunque le acorralaron y empezaron a insultarle y pegarle. "Había un grupo de 20 o 30 personas y yo no sé si golpee a alguien, pero me tiraron al suelo y tuve mucho miedo", ha asegurado.

El procesado ha reconocido que cogió un objeto del suelo para defenderse, aunque no se percató si logró alcanzar con el mismo a alguien. "Nunca quise herir a nadie, sólo quería defenderme e irme a casa", ha aclarado.

Por su parte, el primero de los jóvenes en declarar ha negado haber mantenido alguna discusión con el acusado, el cual -según ha dicho- le estaba esperando a la salida de la discoteca y se abalanzó sobre él y le golpeó con la botella.

Otro de los jóvenes ha señalado que salió del local cuando le avisaron que habían agredido a su amigo y, tras dirigirse al procesado para recriminarle su acción, éste le agredió también y, posteriormente, observó que llevaba algún objeto en la mano derecha. El tercer herido ha asegurado que llegó a la puerta de la discoteca y, sin darle tiempo a entrar en su interior, el acusado le golpeó con la botella.

Un agente de la Policía Local de Onda ha declarado, por su parte, que cuando llegó al lugar de los hechos observó al acusado en el suelo inconsciente y que un grupo bastante numeroso de personas le estaba pegando patadas, por lo que intentaron protegerle apartando a la gente.

Lesiones de riesgo vital

Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Castellón que realizaron los informes de las lesiones de los jóvenes han explicado que éstas eran de riesgo vital en los tres casos, puesto que la zona donde se produjeron puede hacer que se desangren fácilmente.

En sus informes finales, el fiscal ha manifestado que no hay dudas de que el acusado fue el autor de las agresiones y que "sólo el azar impidió que esas lesiones no produjeran la muerte".

La defensa, por su parte, ha señalado que se trató de una riña multitudinaria y que se produjo un linchamiento, por lo que el acusado se tuvo que defender. No obstante, ha indicado que el procesado no tuvo intención de lesionar de forma mortal ni grave, por lo que los hechos no pueden ser calificados de homicidio en grado de tentativa, sino de un delito de lesiones.