El Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca ha atendido en el año 2013 a 149 personas relacionadas con la drogodependencia, a través de sus diferentes programas preventivos y de tratamiento.

Este centro es una fundación constituida por los obispados de Huesca, Barbastro-Monzón y Jaca para llevar a cabo acciones de promoción, desarrollo integral e inserción de las personas en situación de dependencia que necesitan ayuda.

En el año 2013 se han atendido en el centro a 149 personas. Las drogas que más se consumen son el alcohol y el tabaco, aumentando el consumo de cannabis y cocaína. De las 149 personas, 36 son adolescentes que, en una franja de edad comprendida entre los 14 y 21 años, consumen cannabis, alcohol y tabaco.

No se trata de adictos, pero sí de personas que se van habituando a un consumo que conlleva otras problemáticas asociadas como expresiones de violencia, maltrato o fracaso escolar, según ha explicado en rueda de prensa el psicólogo del centro, Alan Medal.

La edad en la que se acercan a estas sustancias es 13 años, aunque al centro llegan con 14 ó 15 años. Además de las adicciones más habituales, el centro presta atención también a otras como las relacionadas con las nuevas tecnologías.

Asimismo, el centro cuenta con un proyecto de formación, prevención y atención a mujeres en la cárcel. La técnico del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca, Elena Palacios, ha apuntado que este programa en el centro penitenciario está dirigido al apoyo de personas privadas de libertad que tienen problemas de adicción a las sustancias y se lleva a cabo uno específico en el módulo de mujeres para promover los hábitos saludables.