Este es al menos uno de los datos más destacados del Teléfono de la Infancia, el 900 300 777, que recibió el año pasado 6.815 llamadas, según datos del Departament d’Acció Social. El servicio tiene diez años de experiencia.

Una vez separadas las llamadas reales de las de casos ficticios, de las efectuadas por los adolescentes y preadolescentes, un 60% se refieren al ámbito doméstico: familia, maltratos y negligencias.

Y entre las hechas por adultos, la mayoría se refieren a conflictos familiares: fundamentalmente separaciones, pero también conflictos intergeneracionales, violencia doméstica y vulneración de derechos.

Vía de escape

"Es un problema que siempre ha existido, pero que ahora tiene una vía de escape", explicó el director general de Atención a la Infancia y la Adolescencia, Xavier Soley.

"Una de las finalidades del Teléfono es solucionar conflictos y detectar situaciones de riesgo o maltratos", declaró a 20 minutos.

Hijos "déspota"

Estos problemas, a veces, van en dos direcciones. El 900 300 777 ha experimentado un aumento de consultas de hijos "déspota" con sus padres. Algunos, incluso, se reconocen maltratados por sus descendientes e incapaces de controlarlos.

Los siguientes mayores problemas para los menores son la sexualidad (14%) y las drogas (7,6%). Este último asunto, los «consumos tóxicos», es otra de las grandes preocupaciones de los padres.

Pedir orientación y denunciar

De las 6.815 llamadas, 3.705 eran de menores. Se abrieron 3.020 expedientes, un tercio de ellos, asesoramientos sobre temas relacionados con la infancia.

Cogen el teléfono mucho más las madres que los padres. Un 69% de las llamadas de los niños son para solicitar orientación, un 17%, para denunciar y un 12%, para solicitar ayuda o para que alguien les escuche.

El Teléfono de la Infancia atiende siempre y a cualquier hora. La llamada es confidencial y gratuita y garantiza el anonimato.