La CIG-Banca denuncia que las trabajadoras de Novagalicia Banco "sufren discriminación de género", ante lo que demanda que se negocie un plan de igualdad.

Según los datos de la central, las mujeres representan la mitad del cuadro de personal de la entidad, concretamente un 49%. "Sin embargo, cobran según la media del sector financiero, en el que los salarios son entre un 26 y un 35% inferiores a los de sus compañeros", afirma.

Son mayoría en las categorías de la VII a la V "pero descienden en número a medida que se asciende —por decisión empresarial— de categoría —de nivel VIII hasta el nivel I—", asegura el sindicato. "Y, en consecuencia, de nivel salarial", constata.

"Quien decide los nombramientos es la dirección de la empresa, el consejo de administración —nombrado por el Ministerio de Economía y el Banco de España—, donde la presencia de mujeres es nula", subraya la CIG-Banca.

"principales perjudicadas por los ere"

Con esta situación de partida, la organización sindical añade que las trabajadoras fueron "las principales perjudicadas por las medidas contempladas en los sucesivos ERE aplicados en Novagalicia, que introdujeron cambios sustanciales en las condiciones de trabajo: jornada partida, reducciones de jornada, cambios de oficina...".

"Sin embargo, lo que no se previó fue introducir cláusulas en ninguno de los ERE que evitaran que estas medidas afectasen en mayor medida a las trabajadoras de la entidad, que partían ya de una situación de desigualdad", incide.

La consecuencia de esto, según apunta, "es que un 58,55% del total de trabajadoras tienen jornada partida, esto es, 178, frente a los 126 hombres". El porcentaje es aún mayor, de acuerdo con los números de la CIG, en la provincia de Pontevedra, donde son 71 las mujeres "a las que se le impuso este tipo de jornada", por 42 hombres.

La central entiende que esto supone "una discriminación escandalosa" y que "aún lo es mayor si se tiene en cuenta que, en muchos casos, las personas afectadas tienen hijas e hijos menores y que la jornada partida implicó, en numerosas ocasiones, un traslado de oficina".

"OPACIDAD"

Denuncia, además, "la opacidad" del departamento de relaciones laborales, que, según asegura, "hace que no se pueda conocer como afectaron, por género, el resto de medidas contempladas en los distintos expedientes colectivos", en referencia a despidos, bajas incentivadas, ceses y traslados, entre otras.

"Hemos reclamado esos datos sin obtener contestación", censura el secretario nacional de la CIG-Banca, Clodomiro Montero, antes de advertir que "habitualmente" la "falta de transparencia" es "prueba" de una actuación "discriminatoria".

COMPLEMENTOS

El convenio colectivo 2003-2006 cambió la clasificación profesional al sustituir las categorías por niveles salariales, explica. Según esto, Montero reprueba que "entienden que las funciones dentro del grupo profesional I son homogéneas, pero tienen distintas retribuciones".

Asimismo, agrega que "dependiendo del puesto de trabajo existen diferentes tipos de complementos retributivos", de ahí que el panorama "se agrave", dado que los puestos a los que las mujeres acceden "con mayor dificultad" son los que tienen un mayor salario por convenio, pero también por la existencia de complementos de puesto. "Las retribuciones variables también incidieron negativamente, ya que al estar asociadas al puesto, penalizan a las mujeres", resalta.

Ante todo esto, la CIG-Banca pide que "cualquier medida o acuerdo" sea "valorado desde una óptica de género, para evitar nuevas discriminaciones y que aún se agrave más la brecha". "El cambio de dueño no nos sitúa en mejor situación", alerta, por lo que hace un llamamiento a las trabajadoras para "que den un paso al frente" y se involucren en la defensa de sus derechos.