PP y PSOE se dejan 128.522 votos en las ciudades gallegas, donde irrumpe Podemos como tercera fuerza en A Coruña

Santiago, ciudad con 10 de los 13 ediles de Gobierno imputados, infligió el mayor castigo al bipartidismo, al reducirse al 47% de los votos
Pablo Iglesias
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EUROPA PRESS
Pablo Iglesias

Los partidos políticos tradicionales se dejaron, en las principales ciudades gallegas, un total de 128.522 votos con respecto a los comicios del año 2009, al pasar de 311.738 a 183.216 entre PP y PSOE en las siete urbes. En el conjunto de Galicia, estas formaciones perdieron entre las dos 400.511 apoyos ciudadanos.

La gran sorpresa de la noche electoral, la formación Podemos que lidera Pablo Iglesias, consiguió en Galicia convertirse en cuarta fuerza política en casi todas las ciudades, salvo en Pontevedra, donde se situó de quinta. En el lado opuesto, irrumpió en A Coruña por delante de AGE —la coalición de Esquerda Unida (que tiene representación en el Ayuntamiento) y Anova— y del BNG, siendo la tercera fuerza más votada, con el 12,07% de las papeletas emitidas.

La pronunciada bajada del bipartidismo a nivel gallego, que pasó de estar representado en el 85% a suponer el 57% del respaldo ciudadano —aunque el desplome en Galicia ha sido menor que en relación al conjunto del Estado—, también se repitió en las principales ciudades.

Así, se repite el esquema en A Coruña, Santiago, Pontevedra y Vigo, con porcentajes del 48,79%, 47,01, 48,77% y 47,88% al cuantificar los votos de los dos grandes partidos de ámbito estatal, respectivamente.

Las excepciones fueron las ciudades de Lugo, en que la suma de PP y PSOE supera la mayoría absoluta (55,91%) y Ourense, con el porcentaje más alto, el 56,68%. Precisamente, y al contrario de la media gallega y de lo que sucedió en el resto de principales ciudades, en las capitales de la Galicia interior la participación bajó con respecto a los comicios europeos de 2009.

Así las cosas, el castigo a los grandes partidos en los ayuntamientos salpicados por investigaciones judiciales por delitos de corrupción, singularmente la Pokémon, no difiere de la tónica general de caída del bipartidismo.

De esta manera, tanto en las grandes ciudades implicadas en estas causas (A Coruña, Lugo, Ourense y Santiago), como en otros municipios pequeños (como Boqueixón, Arteixo, Sada, Ortigueira, Marín, Arzúa, Ponteareas, Punxín o Ponte Caldelas) las caídas son similares y siguen la tendencia a la baja de PP y PSOE de estas elecciones de circunscripción estatal.

Irrupción de podemos

La irrupción de Podemos en Galicia ha supuesto el desplazamiento del BNG, relegado a la quinta posición por detrás de PP, PSOE, AGE y la formación de Pablo Iglesias.

Con todo, el Bloque resiste en su feudo pontevedrés, donde gobierna, y se sitúa como tercera fuerza, subiendo ligeramente tanto el número de sufragios (más de 400), como en porcentaje (más de un punto). Precisamente, es en esta ciudad donde Podemos ha obtenido la peor posición, siendo la quinta formación en número de votos y porcentaje, aunque irrumpe con un 10,25% de respaldo ciudadano.

La formación de Pablo Iglesias, heredera del espíritu del 15M, ha logrado sus mejores datos en la ciudad de A Coruña, la segunda más grande de Galicia por detrás de Vigo. En ella, se colocó como tercera más votada y obtuvo un porcentaje de apoyos del 12,25.

El resultado más modesto en porcentaje de votos lo registró en la capital gallega, ya que en Santiago de Compostela se quedó en el 8,82%. Esta ciudad, con siete miembros del equipo de gobierno procesados judicialmente por un presunto delito de prevaricación y que suma diez imputados, ha sido en la que el bipartidismo se ha visto más castigado, al quedarse en el 47,01% de los apoyos, frente al 80,15% de 2009.

El BNG, con la excepción de Pontevedra, baja en todas las ciudades tanto en número de votos como en porcentaje. Así, se dejó desde 2009 —año en que perdió el bipartito en la Xunta y la erosión interna empezaba a producirse, pero todavía no se habían producido las escisiones— un total de 5.900 votos en las ciudades y, en toda Galicia, 23.992 sufragios.

Por su parte, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), en sus primeras elecciones al Parlamento Europeo, logra 10 puntos más que la formación Esquerda Unida en solitario, al contar con 106.189 votos (el 10,52% de Galicia). En 2009 la formación liderada por Yolanda Díaz había logrado 14.956 apoyos, lo que supuso el 1,31%.

En esta coalición repercuten los votos nacionalistas que arrastran los de Xosé Manuel Beiras con Anova, alianza que desplazó en las gallegas al BNG en la Cámara autonómica y que se consolida como tercera fuerza política en Galicia.

El bipartidismo pierde fuerza frente a 2012

La última vez que los gallegos acudieron a votar lo hicieron en las autonómicas de 2012, cuando el PP revalidó su mayoría absoluta y aumentó el número de escaños pese a perder porcentaje y número de votos.

Hace dos años, el bipartidismo acaparó en Galicia el 66,4% de las papeletas, lo que ya entonces supuso una bajada de diez puntos en la suma de PP y PSOE, ya que en 2009 habían representado al 77,7% de la ciudadanía que había acudido a las urnas.

Pese a que ambos procesos electorales son diferentes, con respecto a las gallegas de 2012, el PPdeG ha perdido 10,63 puntos en Galicia, aunque los de Alberto Núñez Feijóo sufrieron en esta comunidad un menor desgaste que la media estatal.

Los socialistas de José Ramón Gómez Besteiro, que empeoran los datos de la media estatal del PSOE en estas europeas, aumentan, no obstante, el porcentaje de votos frente a las autonómicas. Así, aunque pierden votos, suman un punto más que en los comicios gallegos.

AGE y el BNG pierden también porcentaje de apoyo frente a las gallegas de hace dos años. De esta manera, la coalición de EU y Anova pasa del 13,9% al 10,52% y el BNG, del 10,11 al 7,9%.

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