"Represalia", "caza de brujas", "aviso para navegantes"... son muchas las expresiones que se han utilizado para definir la destitución de Paulino Cubero (exportavoz de la Plataforma de Directores de Centros de Salud de la Comunidad de Madrid, una de las asociaciones más activas en la lucha contra la privatización sanitaria). Él está de acuerdo con todas, ya que "lo cierto es que han ido a por nosotros", tal y como asegura. Además, tampoco le molesta especialmente la destitución: "Volveré a mi puesto como médico de familia en el mismo centro de salud en el que llevo trabajando 13 años". Aun así, la Plataforma de Centros de Salud de la Comunidad de Madrid exigió este jueves la restitución de Cubero y de las otras tres directoras destituidas, además de la dimisión del director general de Atención Primaria  de la Consejería de Sanidad, Antonio Alemany.

¿Se puede calificar su destitución como "caza de brujas"?

"Caza de brujas", "aviso a navegantes"... llámalo como quieras, pero lo cierto es que han ido a por nosotros. En el fondo, lo que pretendían era dar un mensaje muy claro a los médicos que en el futuro se les ocurriera hacerles frente. Realmente no me importa que me echen. En enero de 2013 ya presenté mi dimisión junto a un centenar de directores de centros de salud en protesta por la privatización sanitaria. No quisieron aceptarla, pero aun así acabamos paralizando el proceso. Esto es una represalia por lo de entonces.

La Comunidad aduce una gran desviación del presupuesto asignado a su centro de salud para justificar su cese.

Puedo permitir muchas cosas, pero no que me llamen mal gestor. En 2012 el centro de salud contaba con un presupuesto de 116 millones de euros, y al año siguiente lo recortaron y nos dieron solo 22 millones. Acabamos gastando 55, pero fue mucho menos que la cantidad gastada el año anterior (96 millones). Ahorramos todo lo que pudimos. Más no se podía hacer. Los médicos ya nos manifestamos en su momento en contra de estos presupuestos.

¿Hay otros centros de salud que también hayan sobrepasado el presupuesto asignado?

Cerca de 40 centros de la región incumplieron el año pasado los límites presupuestarios. El 17% del total.

¿Y por qué solo se les han destituido a ustedes?

No nos han explicado el porqué. Lo curioso es que otra de las cuatro cesadas, Maribel Giráldez, también fue una de las cabezas visibles de las protestas contra la privatización. Su centro de salud, Nuestra Señora de Fátima, fue el primero en encerrarse.

¿Quiénes son los otros dos sustituidos?

Montserrat González, del centro de salud de Las Águilas, y Pilar Gómez, del centro de salud de Legazpi.

¿Y también ellas fueron parte activa en estas protestas?

No tanto. Suena más bien a que la Consejería ha decidido prescindir de ellas para que su excusa apelando a razones técnicas suene más creíble.

¿Y por qué han esperado a echarles precisamente ahora cuando la privatización sanitaria se paralizó hace meses?

Cuando presentamos nuestra dimisión, en pleno conflicto, la mitad de los directores de los centros de salud estábamos dispuestos a irnos, y la otra mitad apoyaban nuestras reivindicaciones. Seguramente temieron que se produjera un efecto contagio. Casualmente, en enero dejé mi puesto como portavoz de la Plataforma de Directivos de Centros de Salud de la Comunidad de Madrid. La plataforma fue creada con el objetivo de parar el proceso privatizador, y desde hace meses no tenía actividad. Es ahora cuando más les convenía hacerlo.

Pese a su fracaso, ¿cree usted que la Comunidad volverá a intentarlo con la privatización?

Si el PP gana por mayoría absoluta, desde luego que lo intentaran otra vez. Forma parte de su ideología. Nunca lo han ocultado, aunque no lo lleven en su programa electoral. Otra cosa es que se vieran obligados a pactar con otras fuerzas políticas. Ahí lo tendrían más difícil.

¿Qué piensa hacer ahora tras el cese?

Volveré a mi puesto como médico de familia en centro de salud en el que llevo trabajando 13 años (General Ricardos). Lo mismo que hacía antes del cese, solo que sin asumir responsabilidades directivas.