"Bendiciones y buenas noches". Con este grito de guerra (y con las parodias que desde otros programas le han dedicado Andreu Buenafuente o El Gran Wyoming), el vidente y médium Sandro Rey se ha hecho popular en la pequeña pantalla, donde durante años ha conducido un espacio de predicciones de madrugada. Ahora salta desde el trampolín de ¡Mira quién salta! y asegura que, antes de que empezara el programa, sabía que haría en él "un buen papel".

¿Qué esconde el agua que no está en la superficie?

El agua guarda algo mágico y a la vez, peligroso. El primer día que me tiré desde el trampolín de ¡Mira quién salta! me temblaba todo el cuerpo, y el segundo, me tragué media piscina.

¿Ha sufrido alguna lesión?

He acabado con la espalda, las cervicales y el hombro fastidiados. El fisio me recomendó dejar de entrenar, pero no podía. Este deporte es muy bestia.

Su estilismo en el programa ha enloquecido a las redes sociales. ¿Le aturde tanto interés por su moda de baño y su fisonomía?

Los diseñadores del programa, Óscar y Álvaro, son los culpables de esos bañadores maravillosos que han creado tendencia y con los que he sido trending topic seis o siete veces. Me dijeron que iban a tener una inspiración diferente conmigo y me pusieron ese primer taparrabos con un ojo de Ra. Me fascinó. El de la segunda gala es aún más bonito, de color dorado, un color que me encanta.

También luce pelazo. ¿Por qué se cortaría la coleta?

Nunca lo he hecho, forma parte de mi personalidad. Tal vez lo cortaría si el pelo comenzara a caerse, porque el pelo largo con claros es horroroso. Y por un sueño: hacer el gran programa de televisión de Sandro Rey, en el que interactuara con el público de forma sensitiva y en directo.

¿En qué horario?

Existe un código de conducta que impide a los programas de esoterismo emitir antes de las 22.00 horas. Yo lo veo bien, porque dentro de este sector hay gente muy tarada. La ley protege a los menores.

¿Cómo podemos diferenciar un vidente real de un fraude?

Todos los profesionales nos podemos equivocar pero con una coherencia y una ética. Mi experiencia, a lo largo de la cual he ayudado a muchas personas, me avala.

¿Qué le diría a quien no cree en su esoterismo?

Que siga sin creer. La gente tiene que creer en su propia filosofía de vida. Aunque es necesario que tengan fe en algo para poder evolucionar.

¿Por qué a los videntes no les toca nunca la lotería?

La lotería ya me ha tocado haciendo feliz a las personas. Las facultades que tengo no son para utilizarlas en mi propio beneficio, sino en el de los demás. ¡He repartido más de 20 millones de euros en sorteos! Mi mayor lotería es ver la felicidad en otros.

¿Y por qué siempre preguntan quién es cuando reciben una llamada?

Yo no soy adivino sino clarividente, vidente, sensitivo, médium. Cuando me llaman, simplemente por el timbre de voz, ya veo las cosas que está viviendo esa persona y que va a vivir. De todas formas, yo solo pregunto cómo se llama usted y desde dónde llama, por educación.

Mójese, ¿es más fácil hablar con el más allá que con el más acá?

Es más fácil hablar con el más acá. Y es de lo que tenemos que preocuparnos en el día a día. Tal y como está hoy la vida, la gente necesita mucho afecto y comprensión. Hay mucho egoísmo, agresividad y cosas negativas.

¿La clase política también necesita ser más 'sensitiva'?

La clase política debería ser más humana y no regirse únicamente por la economía y el dinero. No todos los políticos son iguales, pero cuando hay poder por medio, siempre hay personas fraudulentas que se conducen por el propio interés y llegan incluso a robar.

¿Cómo encaja las bromas que le dedican Buenafuente y Berto Romero?

Para mí es un gran honor que grandes comunicadores de los medios me imiten. Pero en lo que respecta a Buenafuente, lo hace de manera vulgar y ordinaria. Buenafuente sugería que lo que hago es una estafa, pero yo no soy ningún chorizo. La justicia está para eso: para juzgar a quien roba y a quien no. Yo no tengo ni una sola denuncia contra mí. Lo que me da pena es que, como ahora no puede imitarme, su audiencia está cayendo.

¿Los astros le dicen algo de los índices de audiencia de 'Mira quién salta'?

Sí, esta edición tendrá una audiencia mucho mejor que la audiencia de la edición anterior. La televisión es ocio y entretenimiento, y los participantes de este año damos mucho juego. En un programa, por ejemplo, conecto con los espíritus que hay en el hotel en el que estamos concentrados.  Pude tener una conexión con aquellas entidades y ofrecerles un ritual para que encontraran la paz.  Todo está grabado.

¿Qué oculta la noche, en la que ha trabajado tanto tiempo?

Cuando comencé en las madrugadas me preguntaba quién estaría despierto a esas horas. Mi sorpresa fue enorme: me di cuenta de que media España está despierta. Y lo que se esconde detrás de la pantalla a esas horas, no son sábanas, sino soledad, insomnio y muchos problemas.

Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1967. Después de terminar EGB, estudió Psicogenética. Lleva 20 años prediciendo el porvenir.