Del rechazo a lo establecido a la moda de pasarela, el punk ha sido reflejo social de las últimas décadas del siglo xx. Sus convulsas melodías y el «hazlo tú mismo» como única ideología llegaron a España para ocupar el silencio impuesto durante cuarenta años de dictadura.Kaka Deluxe, La Polla Records o Parálisis Permanente lideraron un movimiento que en España «llegó directamente a El Corte Inglés con los discos de Sex Pistols –explica Julián Hernández, líder de Siniestro Total–, ya que lo mediático tuvo lugar antes que la carga ideológica».
El sonido punk clásico nació con Los Ramones, que actuaron en 1977 en Londres. La sencillez sonora llevada al extremo de los neoyorquinos llamó la atención del público británico, que encontró sus propios dioses del punk: Sex Pistols.
En Madrid, la movida
El punk británico reaccionaba contra la depresión económica. En España sirvió para abrazar el fin de la dictadura y fue responsable en buena parte de la movida. «Se hizo con mucho más sentido del humor que el británico y la misma rebeldía», apunta Mayte Yerro, de Las Reptilias.
Kaka Deluxe, Glutamato Ye-ye y Aviador Dro encabezaron una corriente «alejada de la violencia, de ironía salvaje en una España que no estaba acostumbrada a ese lenguaje», afirma el artista Julián Hernández.
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