Maña y Rosemary

Maña Papapaulou, de 23 años, y Rosemary Charo, de 24, vienen de Tesalónica (Grecia) y llevan pocos meses en Madrid. Son amigas desde hace cuatro años.
Maña y Rosemary.
Maña y Rosemary.
Maña y Rosemary.
Tras visitar Madrid como turistas, Maña y Rosemary decidieron que volve- rían para quedarse un tiempo. La sintieron «una ciudad muy cercana». Tienen amigos griegos en la capital, pero no viven con ellos: «Si compartieramos piso, sólo hablaríamos en griego y no habríamos aprendido ni una palabra de español».

Maña habla de Rosemary

No sé definir  su modo de ser, ni siquiera en griego. No todo se puede explicar con palabras.

Es buena relaciones públicas, hace amigos en todas partes y siempre hay algo de lo que hablar con ella. Me gusta su manera de mirar el mundo.

Pasó aquí un año de erasmus y, después de conocer el movimiento y las calles de Madrid, supo que volvería. Ahora hace un máster de protocolo, comunicación y relaciones públicas.

Le gusta la forma de ser de los madrileños. Es fácil encontrar gente para hablar y salir, aunque sea por un día. En Grecia no somos tan abiertos.

Le encanta hacer cosas relacionadas con el arte. Con tijeras y una revista hace grandes collages.

No soporta la mala educación.

Rosemar habla de Maña

A veces está muy feliz y en poco tiempo se pone triste. Es algo que tenemos en común.

Aparte de que es muy generosa, Maña es sincera consigo misma y con los demás. Ella busca en la gente la sinceridad que siempre da. Nunca actúa.

Ha venido a Madrid para vivir sola y hacer algo fuera de Grecia. Necesita pasar tiempo fuera de casa, sin sus padres, para saber que puede ganarse la vida, y ahora trabaja en la hostelería.

Habla bien español. Lleva tres meses aquí y lo entiende casi todo. Le gustaría expresarse mejor, pero cuando llegó no sabía nada.

Le gusta leer, viajar, salir de fiesta y comer. Cuando bebe habla muy alto y baila como una loca.

Maña cree en la buena suerte.

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